Por: Lilia Cisneros Luján
16 de julio 2018
Desde que un grupo indoeuropeo denominado parisi, se instaló en una de las riveras del río Sena los cambios de lo que hoy conocemos como República Francesa, se han sucedido a lo largo de la historia. Lo que inicialmente fue una tribu de pescadores, el pasado sábado celebró su revolución mundialmente conocida como la toma de la Bastilla y ayer nada menos que su segundo triunfo en una contienda futbolística mundial.
De entre las cinco hipótesis acerca del origen de esa nación pluricultural, cuyo ancestros al parecer llegaron para extenderse por toda Europa, se acepta que originalmente los griegos los denominaron celtas y posteriormente los romanos los identifican como galos, por ocupar las dos Galias –Cisalpina y Transalpina- de las cuales aquellas que se extendían más allá de los Alpes se dividía en cuatro partes que con el paso del tiempo se convierte en los países que hoy conforman Europa, entre ellas Bélgica y Francia.
En ese permanente anhelo del humano de cambiar, generalmente para buscar mejoras, Francia tiene toda una historia, desde el siglo IX, en que el imperio de Carlo Magno, se divide –primero por la muerte de éste en el 814- para dar origen a los reinos de Italia, Alemania y Francia- Desde el 843 hasta 1453, el reino de Francia vivió riesgos de sobrevivencia[1] por el constante asecho de los ingleses; fue una joven la que logró el cambio y Juana de arco desde entonces sería un símbolo francés a pesar de su lamentable destino.
Una nueva época se inició en la historia de Francia en el año 987, con la ascensión al trono de Hugo Capeto quien inicia diversas luchas contra los señores feudales, pasando por la consolidación del reinado de Felipe el Hermoso en el año 1300 y prácticamente hasta el siglo XIX[2] En esa larga historia, la Francia colonial incursionó en varios países del mundo, y lo que es notable recordar, es la sucesión de sus repúblicas, convalidadas con igual número de filosofías que sustentaron su trabajo legislativo desde 1792, hasta 1958.
¿Cómo es que descendientes de antiguos pueblos sojuzgados, el día de ayer se abrazaron y lloraron con sus otrora colonizadores? ¿Qué es lo que hay detrás de la felicidad común entre creyentes de religiones diversas? ¿Será que, como postulan los artífices del cuerpo sano en mente sana, el deporte puede lograr milagros? Lo cierto es que el planeta está como siempre en el umbral de cambios profundos, la migración es parte de esas modificaciones, lo climático también deberá mutar ante el uso de energías alternas y quien sabe quizá Francia se prepara para la su sexta república[3].
Dos campeonatos mundiales es algo razonable, dos siglos de monarquías absolutas ¿les pareció suficiente a los artífices de la toma de la Bastilla? varias décadas de neoliberalismo ¿Es mucho o poco? ¿Qué factores se movieron en el pueblo norteamericano para arribar al punto donde hoy se encuentran? Y de regreso a nuestra realidad ¿Qué implica la cuarta transformación de México?
La religión y el dinero han sido los elementos permanentes en todas las épocas; además de los líderes cada monarca, presidente, primer ministro, ha tenido cerca de sí operadores hábiles, ¿Qué otros factores mediaron para que los nobles –serían hoy los poderes fácticos- toleraran un poder tan absoluto como el del Rey sol? Si se analiza a la Francia monárquica, podrá verse que el límite a las fastuosas fiestas, injustificadas pensiones y toda suerte de excesos, fue justamente la crisis financiera de la propia monarquía ¿Estará ocurriendo algo similar a quienes hace pocas semanas se calificó de mafia del poder, empresarios rapaces o pirrurris?
Si lo que se busca en México es -como una fuerte corriente de académicos ha pregonado- una nueva Constitución, es menester una filosofía novedosa y no un revoltillo revolucionario derivado del liberalismo social o una mala copia del republicanismo, derivado de la gesta independentista o el liberalismo a secas de la Reforma. Cada una de estas tres etapas con sus respectivas constituciones, estaban sustentadas en una filosofía específica, ¿Cuál es la que sustenta a la promovida cuarta transformación de México? ¿Será Mancera el senador que promueva esta reforma desde el Senado?
Faltan algunos meses, el hartazgo popular es posible entenderlo. Solo como ejemplo me refiero a la colección de comunicados que he dirigido a muy diversas autoridades que por igual inciden en la política energética que en el servicio de una empresa de supuesta clase mundial, que a un año de distancia, me sigue respondiendo oficios de machote, que no resuelven nada[4]
Pero a reserva de ver que ocurre, a cuantos se guillotina o quienes serán los amnistiados, el día de ayer, México disfrutó la final del mundial de Futbol y por unas horas se olvidó de todo aquello que nos aqueja, como humanidad y como planeta.
[1] Hugo Capeto, segunda dinastía después de los carolingios, inicia su lucha en contra de los grandes señores feudales, y es Juana de Arco, de solo 19 años la que mueve miles de voluntarioso antes de ser tomada por los ingleses y martirizada en la hoguera.
[2] Los Capetos directos desde 987 hasta 1328 con Carlos IV; los Valois, hasta Enrique III (1589); los Borbones, hasta Luis XVI y algunos descendientes que aun reclaman su nobleza en pleno siglo XXI.
[3] Primera de 1792 a 1804; segunda 1848 a 1852; tercera 1870 a 1940; cuarta 1946 a 1958 y quinta de 1958 a la fecha.
[4] En uso de mi libertad de elección en una economía de mercado, me negué a aceptar el cambio de mi medidor doméstico, PERO con toda la prepotencia del mundo colocaron el aparato rechazado en una acera distinta de donde esta mi domicilio. He dejado de usar el servicio de energía para ver si así se llevan su aditamento -parte por cierto de la tan denunciada corrupción- y vuelven a enviarme recibos con base a mi consumo marcado por mi antiguo medidor. Si no fuera por el capricho, ya me hubieran cortado el servicio y se habrían llevado su medidor, pero no, ellos siguen acumulando consumos, que no he realizado. Así es la CFE, y una decena de instancias gubernamentales a las cuales me he dirigido. Si no logro que se lleven el medidor, escribiré mi próxima novela a partir de tales caprichos y oficios. Lo haré en un café Internet y lo revisare a la luz de una vela.