Por Daniel Ambriz Mendoza

Para los trabajadores de la Educación, los procesos de negociación sindical en Michoacán están sumamente complicados, después de 30 años de división magisterial, el gobierno del estado ha sido quien ha obtenido el control y se ha dedicado a jugar con las circunstancias, no necesita más que sembrar discordia a través de la financiación de grupos magisteriales, otorgar prebendas y confrontarlos internamente motivando la descalificación de unos a otros, mientras el gobierno avanza en su plan haciendo creer que tiene en sus manos la gobernabilidad del sistema educativo de la entidad.

En realidad, lo que se incuba es un problema social de grandes proporciones.

La negociación que el gobierno realiza con todas las expresiones magisteriales es de palabra y amparados en la buena voluntad de las partes, ya no se firman minutas porque el gobierno del estado las considera ilegales, por tal motivo, cuando alguna de las partes incumple los acuerdos no hay manera de obligarlo jurídicamente a cumplir, quedando únicamente la renegociación de tal o cual acuerdo incumplido, así las cosas, y mientras no exista unidad al interior del magisterio michoacano esta circunstancia se seguirá dando. En esta parte se ha perdido casi totalmente la visión periférica del magisterio, la ambición de poder, el trabajo de zapa, el esquirolaje y los intereses políticos son tantos que, quienes andan fuera de la ley se niegan a fortalecer la representación sindical única, el SNTE, la organización nacional que tiene validez y cuenta con registro ante los tribunales competentes; para sacudirse de la responsabilidad, se argumenta de todo para no acercarse y se descalifica de manera sistemática para no demostrar en los hechos lo dicho, se rehúye al debate, hay negativa para servir por vocación y se prefiere seguir en la orfandad sufriendo todo tipo de atropellos por parte del gobierno-patrón; pero hay algo peor, quienes promueven la división magisterial se sienten ufanos al ver debilitada a la organización sindical con registro, no les importa el harakiri, los instrumentos de los enemigos del sindicalismo en Michoacán han calado más que la conciencia de los propios trabajadores para la conservación de su baluarte de defensa legal.

Dice el refrán popular que nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido, ojalá que no haya necesidad de llegar hasta ese punto para recapacitar, experiencias adversas se pueden contar muchas, lo que está pasando son hechos reales, tangibles, no es teoría, los trabajadores tenemos ya acumulados varios puntos de indefensión, estamos vulnerables. De nada sirve descalificarnos intestinamente, ofendernos y acentuar con esto nuestras diferencias. El tiempo ha cambiado y ahora exige nuevas formas de organización sindical, mayor preparación de los agremiados, un grado de responsabilidad supremo, conciencia social, cumplimiento de las obligaciones para exigir derechos, unidad en la acción, visión de futuro, valores sólidos y estudio permanente del contexto en que se vive para adaptar los métodos y los procedimientos de gestión sindical.

El pasado 26 de junio del año en curso, la sección 18 del SNTE, vio la necesidad de manifestarse públicamente para exigir sus demandas, cosa que no hacía en muchos años para no afectar el servicio educativo y no deteriorar más la imagen social de los trabajadores de la educación, se instaló una mesa de negociación donde se acordaron 28 puntos, de ellos, a todos se les da seguimiento, algunos comenzaron a resolverse, otros ya rebasaron el plazo estipulado y no se han resuelto, hay incumplimiento por parte del gobierno del estado, tal es el caso del pago de bonos a homologados del CBETA 70 de Tepalcatepec y de un bono de los que se adeudan a los trabajadores con clave del estado, los cuales debieron de haberse pagado a más tardar el 15 de julio.

Aquí entra la renegociación de plazos, lo que explico párrafos arriba lo estamos viviendo ahora, no pagar como se estipuló no significa que no se pagará, tendrán que hacerlo, el gobierno en este aspecto no tiene otra opción, la comisión de seguimiento del SNTE tiene que hacer su trabajo, no se renunciará nunca a la defensa de los derechos de los trabajadores, así se vaya el tiempo y con todos los obstáculos que se presentan seguiremos adelante, falló el gobierno, la Comisión Ejecutiva de la 18 del SNTE seguirá su ruta de gestión sin declinar nunca hasta alcanzar el objetivo a favor de los trabajadores.