Por Daniel Ambriz Mendoza
Para el gobierno electo las consultas a la ciudadanía son la panacea del cambio, es lo de hoy, son el catalizador popular…la herramienta principal para la transformación del país; dijo que para decidir la construcción del nuevo aeropuerto de la ciudad de México iba a realizar una consulta, también, para mejorar la seguridad pública del país, para derogar la reforma educativa y hasta para decidir la permanencia del Presidente de la República, para unos casos aplicaría encuestas, para otros el referéndum o el plebiscito según sea el propósito y para los asuntos de mayor densidad son los foros, según se está viendo.
Cuando no se tienen los cimientos educativos y culturales, los mecanismos de consulta se pueden convertir en un arma de dos filos, así como pueden ser un procedimiento ciudadano que inaugure la nueva gobernanza de este país, podrían ser también la coartada perfecta para manipular los resultados para que nada cambie, la válvula de escape para que la olla de presión no reviente, pero hasta ahí llegaría su acción, no provocarían el cambio que nos estamos imaginando.
Momentáneamente, los dos foros de consulta que se han implementado están dejando mucho que desear, el Foro de Consulta por la Pacificación y Reconciliación Nacional, de entrada, hace pensar que estamos en una guerra civil y tal vez lo estemos si consideramos las muertes y desaparecidos ocasionadas como producto del crimen organizado, pero surge de inmediato las preguntas: ¿Ese problema tan agudo se resolverá con foros de consulta?, ¿es necesario realizar foros para saber cómo atacar ese problema?, respecto a la organización, a decir de la revista Proceso “en estos foros es preocupante la improvisación, así como la falta de protocolos internos para cuidar a las víctimas, los aspectos de seguridad y el poco conocimiento del contexto social”.
De manera contundente, los familiares de los desaparecidos le han señalado al Presidente electo que no están de acuerdo con el perdón que propone, el problema que han desatado estos foros es mayor que la solución que pueden dar, de tal suerte que, en la actualidad están suspendidos hasta nuevo aviso. Quedó muy lejos el propósito inicial que consistió en definir los elementos necesarios para materializar el pacto de reconciliación y reconstruir el tejido social, así como para llevar a cabo el desarme, la desmovilización y la reinserción de personas. Nos están quedando mucho a deber.
Respecto a los 32 Foros de Consulta Por un Acuerdo Nacional sobre la Educación que se iniciaron el día 27 de agosto en el Estado de Chiapas, han encendido luces de distintas tonalidades, a la fecha se han celebrado 18 foros, dos se han diferido por problemas del clima, y uno, el del estado de Guerrero se suspendió por actos de violencia de un reducido grupo en contra de la mayoría reunida en el recinto donde se llevaría a cabo el evento. Las cosas no van bien si consideramos la monotonía y la rigidez del formato, no hay lugar para la discusión ni para determinar la pertinencia de cada ponencia, todo se ha remitido a ser una pasarela política para el desahogo de inconformidades intentando llegar al contento social, en particular, el del magisterio disidente. Los foros no garantizan la seguridad personal de quienes asisten a participar, ni aseguran que vaya a existir una correcta sistematización de los temas planteados, al momento de escribir esta columna iba un registro de 50182 ponencias en la página web que ha sido creada exprofeso para que cualquier ciudadano proponga. Aunque aún faltan 19 días para que finalice la consulta se me hacen pocas propuestas tomando en consideración la importancia que reviste al tema educativo y al fenómeno electoral que acabamos de vivir los mexicanos. De esas propuestas, ¿cuántas son pertinentes o con la viabilidad de realizarse?, ese es un tema digno de analizar por separado