Por Padre Pistolas

– San Lucas nos recomienda por boca de Cristo todo el tiempo y más ahora en tiempo de adviento: velar y hacer oración para que los vicios, el libertinaje, la embriaguez, la avaricia, la venganza, el desamor, la falta de temor de Dios y la falta de fe nos arrastre y junto con las preocupaciones de esta vida nos entorpezcan y nos sorprenda porque tanto la muerte como el fin del mundo, ignoramos cuando va a suceder, va a ser de repente como se cierra la trampa de un cazador.

– Un sacerdote pueda estar muy preparado, incluso traer títulos de Roma, pero no es lo mismo anunciar que convencer, para esto último se necesita que vivas su vida con una gran fe y dar testimonio:

– + No pecar gravemente.

– + Vivir en pobreza, confiar más en la providencia que en los bancos.

– + Vivir en castidad y no darse esos lujos (lujuria) de querer y meterse con una mujer y luego echarle la culpa a su hermano o al novio del embarazo de la muchacha, por muy volado que esté tarde o temprano sale a luz, sobre todo con su gran parecido.
– Ser muy caritativo, si no se tiene dinero, el sacerdote tiene muchas facilidades para convencer a la gente adinerada y suelte ese dinero.
– Tener muy buen carácter y tratar a la gente con respeto y alegría.

– Todos los días mueren 130,000 personas en el mundo y un día vamos hacer uno de ellos, 4 mil de ellos mueren por la fe en manos de los musulmanes radicales.

– Esta generación del siglo 21 no ha recibido más noticias que corrupción y violencia y necesita testimonios sacerdotes y seglares de temor de Dios y una gran fe que nos impida pecar.
– Cristo nos habla de la destrucción de Jerusalén, pero supimos de la destrucción de Babilonia, Roma, la Alemania nazi y un día veremos a los gringos en el suelo y nos habla de perturbaciones en el cosmos que son una señal, porque los apóstoles presumían de la solidez del templo.

– A que vendrá Cristo en su segunda venida, a juzgar a vivos y muertos, nadie se le escapará por eso debemos de portarnos bien con que nos convenzamos de esta verdad. “nadie va a escapar de la muerte y de nuestro juicio” cambiaría nuestra vida ya no pecaríamos y daríamos muchas limosnas a los pobres de lo cual se tratan las lecturas del tiempo de adviento y su reino no tendrá fin.

– Lejos de meternos temor Cristo quiere meternos esperanza, alegría de que pronto nos encontraremos con una persona amada que es “el mismo” y que nos ame muchísimo, pro eso debemos cambiar de vida.

– Vivimos como si Dios no formara parte de nuestra vida.

– La gente lleva una vida vacía y marchita, busca satisfacerse a si mismo o terminan, matando, robando y mintiendo.

– En un pueblito salió embarazada la muchacha que asistía al padre y salió el niño igualito que el padre y tenían por patrón al santo entierro, le pregunta el padre Pistolas que “de quien será el niño”

– Y el padre contesta: entonces será del santo entierro no había nadie más.

Que Dios los bendiga.