Por Daniel Ambriz Mendoza

La sociedad mexicana está muy dividida por diversos motivos, entre ellos: la religión, los partidos políticos, la posición económica, el lugar donde se vive, el color de la piel, el género, la edad, etc., como para que los maestros la dividanos más por motivos de ideología política y sindical.

En una sociedad democrática es sano pensar distinto, la uniformidad en el pensamiento aniquila cualquier oportunidad de fortalecer los procesos plurales de convivencia.
En lo particular he dicho y también defendido que, en el magisterio no tengo enemigos, tengo adversarios políticos y hasta ideológicos, pero no enemigos. Los maestros somos hermanos de clase, nos une la atividad laboral que desempeñamos.

Los adversarios después de dirimir sus diferencias pueden convivir en la pluralidad de pensamiento, los enemigos no tienen esa oportunidad de convivencia.

Cuando se aspira a ver un dia a todos los trabajadores de la educación reunidos en un solo frente, no se pueden tener enemigos porque no es sano y no contribuye a la unidad sindical.
Por lo anterior, debemos cuidar las palabras que incorporamos a nuestro discurso, de ellas depende unirnos o separarnos más cada día.
¡Feliz inicio del ciclo escolar 2019-2020!