Morelia, Michoacán, 7 de febrero de 2020.- El zapote prieto o Diospyros xolocotzii, un árbol que alcanza alturas de hasta 25 metros y proporciona un fruto de textura suave, color negro y sabor dulce, es una de las especies nativas de Michoacán, que conforman la riqueza natural de la entidad.
De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Territorial (Semaccdet), el zapote prieto es originario de la región de Morelia, en concreto, del manantial de La Mintzita, donde crece en forma exclusiva y es parte del humedal que es hogar de 117 especies de aves, 29 de mamíferos, 18 de reptiles, 13 de peces y 8 de anfibios.
Diospyros xolocotzii se caracteriza por tener un tronco con un grosor promedio de 75 centímetros y una corteza negra, de hojas perennes y que puede crecer hasta 25 metros; su fruto, el zapote prieto, es muy apreciado en la zona por su sabor dulce y su riqueza en vitaminas.
Actualmente el zapote prieto está sujeto a protección especial por la Norma Oficial mexicana (NOM) -059-Semarnat-2001, debido a las presiones que experimenta el humedal de La Mintzita por el crecimiento de la mancha urbana.
El Gobierno de Michoacán, a través de la Semaccdet, impulsa la salvaguarda de la riqueza natural del estado mediante la preservación del Área Natural Protegida (ANP) de La Mintzita, con acciones de reforestación, prevención de incendios forestales, combate contra la deforestación y retiro de residuos sólidos que se acumulan en el hábitat, procedentes de la mancha urbana de Morelia.
La Administración Estatal, que encabeza el Gobernador Silvano Aureoles Conejo, asimismo, trabaja en conjunto con el sector ambiental de la entidad y la población residente en las inmediaciones del manantial para buscar un aprovechamiento sustentable de los recursos naturales que privilegie la conservación de los servicios ambientales proporcionados por el que es uno de los nueve humedales con reconocimiento internacional, a través de la Convención de Ramsar.
La riqueza natural de Michoacán se constituye por su biodiversidad, sus especies nativas, únicas en el mundo, como el zapote prieto; es responsabilidad de todos trabajar en conjunto por la salvaguarda de nuestro patrimonio ambiental, que es el legado de nuestros antepasados y la herencia de las futuras generaciones.