Escribe: Javier Lozano

Aliada de la cuarta transformación, Tatiana Clouthier ha paralizado el escenario político una vez que se está calentando el clima electoral rumbo a las elecciones del 2021. El origen de esa premisa, se asentó en una concepción viable desde que la diputada federal, fue pieza clave en el avance y consolidación del presidente Andrés Manuel López Obrador, cuando fungía como coordinadora de campaña; lo hacía, con una capacidad de oratoria impresionante; además, una elocuencia creativa e innovadora de competitividad en los temas de debate y análisis.
Ese motor, muy probablemente fue el parteguas que muchos especialistas fueron descifrando para ir posicionándola como una posible suspirante en los comicios intermedios; asimismo, esa visión se fue multiplicando cuando las primeras encuestas situaban enormemente a Tatiana cerca de una de las favoritas. En el caso de Clouthier, parece que la conquista por el Estado de norte, estaría ligada a una declaración que realizó a través de su cuenta de Twitter: mi corazón y domicilio están en Nuevo León. Mas explicita no puede ser. (Destape)
Quizá aquí, se rompa esa barrera descriptiva que Tatiana muy hábilmente convirtió en un secreto a voces; la experiencia de Clouthier y el dominio de su narrativa como diputada federal, y en uno de los rostros mas empoderados del esquema del presidente, le han permitido situarse en el contexto en medio de las personas más sobresalientes, no solo por su referente explicito, sino, porque se transformó en un fenómeno social en modo de la “Tía Tatis”. Una tendencia, que se ha sembrado en una fórmula que logra un gran impacto entre la sociedad por vía de las benditas redes; esa idea, puede proliferar y tomar resonancia, ya que Tatiana posee atributos que ejercen con mayor poder, el liderazgo que trasmite desde el Congreso; eso, por supuesto que la identifica en un lugar clave de posicionamiento para ir considerándola una favorita a triunfar en los comicios; de eso, depende mucho la fase de selección de los posibles candidatos, puesto que Tatiana por sí sola, mueve totalmente las preferencias cuando se ubica su rostro. Entonces, eso hace evidente que la legisladora por Morena, tenga una altísima posibilidad no solo de abanderar, sino, de ganar la carrera por el Estado de Nuevo León.
Notas finales: Los rasgos que transitan por la idea de qué Tatiana sea la candidata, va tomando pulso y arraigo, en virtud de que su carisma y liderazgo, puede producir esa avalancha similar a la elección del 2018. Esa connotación posee dos características sustanciales: Morena es el gran favorito a arrasar en todo el país. Y otra, Samuel García, el Senador por Movimiento Ciudadano, posiblemente sea quien encabece el proyecto por MC; entonces Clouthier, ejerce un mayor protagonismo, porque a diferencia de Sepúlveda, Tatiana tiene capacidad y control de los temas de la agenda pública; asimismo, el rol que se compromete con las causas sociales, encaja perfectamente en la imagen de la legisladora; esa disimilitud, se reflejan en el Senador Samuel, que más bien, ha tomado un camino emulado de un panfleto que se envanece de aquellas frivolidades y excentricidades de una aristocracia engendrada que predominó durante décadas. Hay que recordar, que eso fue uno de los detonantes y el factor común para que millones de mexicanos tomara el sendero de la alternancia que hoy se alimenta de la cuarta transformación y su referente en la representación de Andrés Manuel López Obrador.
Se terminaron las suspicacias. Tatiana va por Nuevo León y seguramente puso a pensar seriamente a Samuel García que ha logrado capitalizar más críticas y señalamientos por la desconfianza que genera aquella concepción similar de Jenaro Villamil del Telepresidente, la cual, reflejaba la figura construida a través del narcisismo y los rasgos faciales que en la política son meramente una idea amorfa.