Por Padre Pistolas

– San Mateo nos presenta a Cristo compadeciéndose de la multitud porque los veía como ovejas sin pastor, esa compasión era muy sincera y muy profunda porque no le gustaba ver sufrir a nadie, los veía extenuadas, abandonados, esa compasión era conmoverse hasta las entrañas.

– Pide Cristo que hagamos oración para conseguir vocaciones porque vocaciones hay pero falta quien las despierte, con buenos sermones, además de las oraciones pero sobre todo necesitan un líder a quien seguir.

– Cuando niño veía salir en la noche a un Obispo de una casa donde vivía una divorciada con un trasero muy grande hasta que otro lo golpeo, igualmente teníamos 3 manantiales de agua muy sabrosa, cuando todavía no había pozos profundos y bombas eléctricas y mi abuelo regaló uno con todo y acueducto de calicanto y tubos de barro para el agua potable, y mi padre les regaló el segundo manantial en 1930 y el cura del pueblo nos quitó el tercer manantial en 1957, año que no llovió dejándonos el cura sin agua para regar nuestras tierras y aun así a los 14 años me metí al seminario y me hice sacerdote con este pensamiento; “los sacerdotes igual que los apóstoles eran hombres comunes, defectuosos, pecadores y estando el mundo como está al revés, de cabeza ¿cómo estaría sin sacerdotes católicos, alguien lo tiene que hacer y también vi que los doctores como mis hermanos no resucitan ni a una pulga, igualmente las mujeres a los 20 años son hermosas pero a los 60 años son pura gelatina.

– Trabajar el reino de Dios de alegría, paz y espíritu vale la pena ofrecer vida y bienes materiales.

– Lamento que algunos sacerdotes persiguen el enriquecimiento, con mentiras, que curan a los enfermos y los pastores, protestantes, todos lo hacen en lugar de buscar ese reino de que Dios sea obedecido, glorificado y amado.

– No se trata únicamente de aumentar el número de sacerdotes, monjas y feligreses, sino también la calidad de sacerdotes y fieles, mas santos, (santos quiere decir apartados) apartados del pecado, de las mañas de la ignorancia religiosa, de la ambición y la hipocresía.

– Somos un reino de sacerdotes (quien habla a Dios por el pueblo y quien habla al pueblo por Dios y una nación sagrada apartada.

– Cristo nos ama, Dios mandó sacrificar a su hijo por nosotros y Cristo se sacrificó por nosotros a pesar de que somos muy malos ¿qué más queremos?

– Cristo dio poder a los apóstoles de curar a los enfermos, y no solo a los enfermos del alma si no también y sobre todo a los enfermos del cuerpo.

– Padrecitos no se hagan pendejos, no sean tacaños si no, no nos van a creer.

– Padre mi pareja ya me dejo por otra, todos los hombres son iguales.

– Hija ¿Por qué te acuestas con todos los hombres?

Que Dios los bendiga