Morelia, Mich a 5 de julio del 2020.- En México se peca de ignorancia o hipocresía quien se diga sorprendido por la existencia de alianzas políticas, pues éstas son una realidad democrática de México desde finales del siglo pasado, apuntó el diputado Antonio Soto Sánchez, coordinador del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática en la LXXIV Legislatura del Congreso del Estado.

El legislador recordó que en 1988 fue la primera gran alianza de fuerzas progresistas del país quienes, donde se sumaron esfuerzos para impulsar la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano a la presidencia de la República, acción a la que el Estado Mexicano respondió con un fraude electoral para que el partido en el poder permaneciera en éste.

“Ese impulso que desde la izquierda del país se gestó en 1988 y dio vida al Partido de la Revolución Democrática, el cual desde su génesis concibe la política de alianzas como una valiosa herramienta para combatir los excesos del poder, tal como ahora lo vemos en nuestro país, en donde la visión totalitarista desde la titularidad del Ejecutivo Federal representa un verdadero riesgo para las libertadas y la democracia nacionales”.

Antonio Soto calificó de hipocresía el que desde el Ejecutivo Federal, se pretenda cuestionar la política de alianzas de quienes no le son afines, cuando el propio presidente de la República arribó al poder en un ejercicio aliancista en el que participaron tres fuerzas políticas, las cuales ahora se ven ampliamente favorecidas con el régimen.

“Pretender que los partidos políticos que no son parte de su séquito, no hagan política, que no generen canales de comunicación común frente a la gravedad en la toma de decisiones que atentan contra el país y sus instituciones, o que no unifiquen esfuerzos para evitar el derrumbe nacional, resulta absurdo y de una naturaleza absolutamente autoritaria y totalitaria, como la que ha evidenciado el titular del Ejecutivo Federal”.

Antonio Soto recalcó que la gran alianza que precisa el país, no sólo es de las fuerzas políticas no palaciegas al reinado de la 4T, sino de todas y todos los sectores, ya que enfrentan el grave riesgo de ver coartadas sus libertades, su poder de decisión, y sus perspectivas de futuro.