Por: Salvador Hurtado
Este domingo 16 de los corrientes alrededor del mediodía ante un sol candente, y como testigo silenciosa para dar fe de la multitud reunida, se encontraba la majestuosa y emblemática catedral de Morelia para dar vida a un muy numeroso mitin convocado por el Comité Directivo Estatal del PRI.
Fue Eligio González, dirigente estatal, el que abrió el programa -un cuanto desangelado- sin mayor trascendencia, pues pareció un discurso dado sólo por la obligación de cumplir, pura inercia.
Se veía en la orilla del presídium a un Jesús Hernández, cabizbajo o tal vez preocupado, pues fue el menos saludado por priístas. Se le pudo observar inquieto, quizás le dijeron o está ya enterado de que un grupo numeroso de militantes del partido, argumentando lo mal que se portó, además de otras travesuras realizadas en el brevísimo tiempo que duró como dirigente del partido, solicitarán lo sustituyan de la “pluri” que inmerecidamente lo apuntaron.
El diputado con licencia, Marco Polo Aguirre, con micrófono en mano intentó gustar a la militancia… No lo logró, pues no dijo algo que no se escuche cotidianamente en ese tipo de eventos. No impresionó, posiblemente los nervios lo traicionaron; no es fácil que en tan corto tiempo anhele ser diputado !de nuevo!, no es fácil aun cuando, muchos dicen: !!que alguien me explique!!.
Unos pocos murmuraban: “¿Qué hace Wilfrido en el templete, ya la repartición se realizó? Sin saber el porqué, lo único que dejó fue la duda de aparte de saludar al Dirigente Nacional, qué más pretendía, pues había otros personajes de más y menos protagónicos así como de mayor peso que el ex munícipe, sentaditos.
Se exclamó en el evento “qué impresionante están las calles teñidas de rojo”, haciendo alusión a la vestimenta de mujeres y hombres. El candidato a la alcaldía de Morelia les confío emotivamente, en que con su voto ganará la presidencia municipal de esta capital. Por supuesto que no se salva de señalamientos de su actuar dudoso para algunos en su organización.
“No buscaremos declinaciones huecas por puestos administrativos”, fue una de las expresiones con dedicatoria que efectuó en su turno el candidato a gobernador, Carlos Herrera Tello, logrando encender el ánimo de los presentes. Con su discurso arremetió contra los políticos que han fallado a sus convicciones y se fueron -ellos no hacen gran falta porque quedan las mayorías-. Aseguró que con el apoyo de esa militancia priísta, arribará al solio de Ocampo y trabajará a favor de los michoacanos.
Algunos pudieron observar al delegado especial del instituto político, Mario Armando Mendoza, que al contrario de otros, evitaba ser visto y más bien parecía permanecer en el anonimato; decía alguien: ¿Por qué tratará de ocultarse?
Finalmente, el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, conocido por la militancia en el país como “Alito”, concluyó el programa y mencionó: Es sólo el inicio de transformar a Michoacán. Cuestionó de forma fuerte al Gobierno Federal ante los asistentes, sobre el alza a los precios de la gasolina, gas, medicamentos, de la canasta básica en los hogares, la atención a la salud, la falta de empleos, y de ahí, la urgencia de equilibrar la Cámara Baja del Congreso de la Unión con Diputados que realmente representen al pueblo, sin someterse a nadie más que sus representados quienes son finalmente quienes con su voto ocuparán una curul.
Como un extra:
El que no dejaba de caminar de arriba a abajo, era el Secretario de Organización del Comité Estatal; igual se comentaba que es sumamente nervioso, que inclusive ha sufrido algunas crisis, al parecer por sus hábitos. Al contrario del “valecillo”, Adriana Hernández, -no muy segura- sonreía o fingía sonreír a los del pódium, tomándose selfies con Alito. ¡Mucho ojo! No es fácil conseguir tres diputaciones de porrazo, o posiblemente sea la única genialidad en el partido.