Porque todo en este mundo está

perdonado de antemano, y, por tanto,

todo cínicamente permitido.

Milan Kundera

Arturo Suárez Ramírez / @arturosuarez

Estimado lector, gracias. El presidente López Obrador está muy enojado por las críticas que surgen todos los días, la realidad se le estrella en la cara, pero es incapaz de ver lo que sucede, para él los culpables son los medios de comunicación, periodistas, intelectuales y sociedad civil, como si cualquiera de los anteriores tomara decisiones como jefe del Ejecutivo. El tiempo avanza y López no será uno de los mejores mandatarios del país, eso solo existe en la fantasía que sale de Palacio Nacional.

López se jacta de ser el único político que ha recorrido todos los municipios del país, que comió en fondas al pie de las carreteras y caminos rurales, que durmió en posadas modestas, en su camioneta, esa cercanía tenía un valor que lo sensibilizaba porque a diferencia de los dos anteriores, este no nació en cuna de plata, así se envolvió con la bandera de buscar mejores condiciones para los más vulnerables, para los que menos tienen, esa era su carta de presentación como candidato presidencial.

En el 2018 que ganó la presidencia se abrió la posibilidad de que las cosas cambiaran para un sector olvidado, casi invisible por los regímenes panistas y priistas que supieron administrar bien la pobreza para lo electoral y no riqueza como lo prometieron en los 80. La 4T demostró muy pronto que no serían diferentes a pesar de los programas sociales que algunos son un acierto, luego les vino la pandemia y aquí vamos con un número creciente de más pobres, por lo menos 10 millones más de los que se tenían.

De acuerdo a datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) 70.9 millones de personas en el país, es decir 56.7% de la población mexicana, 9.8 millones más que en 2018, no logra satisfacer las necesidades mínimas de una canasta básica alimentaria, cuidados básicos y acceso a servicios de salud, pago del transporte público, gastos básicos de educación, prendas de vestir o calzado, entre otros.

Claro para los chairos es muy fácil repetir que fue la pandemia, que veníamos muy bien y que se han entregado ayudas como nunca, pero con esos ingresos que se tienen es cada día más difícil adquirir la canasta básica o cubrir una renta, bien dice López, solo hay que cuidar la inflación, poca cosa para quien cree en algo que ellos llaman la economía moral, si se trata de solo tener un par de zapatos, una camisa, medio comer, terminar solo la educación básica, pues vamos por buen camino y ahí están las advertencias internacionales.

Un estudio de la CEPAL, de esos que no le gustan al presidente y que desestima de inmediato dice que en la pobreza extrema pasó de 10.6% a 18.3% del total de la población en nuestro país, una verdadera tragedia de dimensiones históricas, con esto se puede inferir una vez más el manejo irresponsable por parte del Pejelagarto durante la pandemia, si efectivamente un fenómeno mundial, pero que se pudo enfrentar de forma diferente.

Este dato del crecimiento de la pobreza contrasta con echar a la basura los recursos como los perdidos en la cancelación y pago de sanciones en el Aeropuerto de Texcoco, la construcción del Ten Maya, la refinería de Dos Bocas, Santa Lucia y la compra de una Refinería endeudada en EU. No, las cosas no iban bien y se van a poner peor con un gobierno que no escucha y privilegia su legado sobre el rescate de los que menos tienen… pero mejor ahí la dejamos.

Entre Palabras

Con el contexto de violencia en el proceso electoral… ¿Cuántos personeros de los cárteles se van a colocar en el Congreso, municipios e incluso gubernaturas?

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Hasta la próxima.