Todo depende de que el hombre sea tal como es,
de que no se avergüence de querer lo que quiere
y de desear lo que desea.
La gente suele ser esclava de las ordenanzas.
Milan Kundera
Arturo Suárez Ramírez / @arturosuarez
Estimado lector, gracias. Han pasado varios días de la elección y aunque el presidente de la República se dice que está “feliz, feliz, feliz”, a pesar de que Morena ganó 11 gubernaturas, en la Cámara de Diputados perdieron posiciones y lo que sucedió en la Ciudad de México merece un análisis aparte, pues es aquí en la ciudad donde López Obrador construyó sus tres candidaturas presidenciales. Por eso él no esta tan feliz, le alcanza para capotear la segunda parte de su administración.
Al presidente no le cabe en la cabeza que los capitalinos rechazamos los malos gobiernos locales y que no fue por la “terrible campaña” en contra de la 4T, no presidente, los medios de comunicación no administran las alcaldías, los periodistas no tomamos decisiones desde el Gobierno de la Ciudad, no construimos el Metro, ni damos permisos para construcción y francamente es tratar como menores de edad a quienes eligieron otra alternativa a los morenos, entonces ¿Qué paso con el pueblo bueno? O ¿Ya no es tan bueno?
Uno de los complejos del Pejelagarto es que nunca pudo ser gobernador de su estado, en Tabasco perdió dos veces en 1988 con Salvador Neme y luego en 1994 frente a Roberto Madrazo. Así López construyó su carrera política en la capital del país, se metió al PRD, fue cobijado por el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo y muchos otros que lo llevaron a la dirigencia del partido y a ser jefe de Gobierno, aunque no cumplía con los requisitos de residencia el electorado le dio su confianza.
Ya instalado en la Jefatura de Gobierno el tabasqueño construyó su primera candidatura presidencial en medio de una confrontación con Vicente Fox Quesada, luego Calderón le ganó la presidencia y se dijo robado, víctima de un fraude, fue en la Ciudad de México donde se instaló el plantón de Reforma, la gente lo apoyó en marchas multitudinarias, siempre la capital, aquí construyó su fantasía y tomó posesión como “presidente legítimo”.
Durante las administraciones de Marcelo y Mancera se le siguió apoyando con recursos, pues les pasaban la charola a los funcionarios del gobierno central y diputados locales para patrocinar el movimiento, es decir sus aspiraciones particulares. Fue en el entonces D.F. donde Morena nació y donde tomó fuerza gracias a las tribus que se cambiaron de camiseta. Por muchos años la ciudadanía buscó un gobierno de izquierda diferente al que ocupaba la presidencia y nunca los gobernantes se quejaron.
Por eso López no puede estar tan contento y ya descalificó a sus propios electores, de nuevo inyecta veneno a la sociedad, inocula división desde su conferencia mañanera. El inquilino de Palacio Nacional sigue pensando que a mayor nivel académico pues es más fácil la manipulación de los medios en su contra, o los que no viajan en Metro son los que no eligieron la opción de los Morenos, pero no hay autocritica, no asumen responsabilidad alguna, aunque saben que es el rechazo un poco más de la mitad de los ciudadanos del lugar donde construyó su carrera… pero mejor ahí la dejamos.
Entre Palabras
Morena va a buscar al PRI para que los acompañe con sus legisladores en San Lázaro, veremos cuánto dura la alianza.
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