Por: Salvador Hurtado.

La nueva normalidad en el deporte de las patadas

Los costos del encuentro de fútbol como local del Atlético Morelia son relativamente alcanzables, pero donde uno siente que le están robando a mano limpia es en el deteriorado estacionamiento del llamado “Coloso del Quinceo”.

Le dan a uno la bienvenida al estadio pero por lo pronto a pagar 50 pesos por las dos horas que dura el cotejo.

Aún con el nudo en la garganta y haciendo pucheros por el exagerado cobro, nos dimos a la tarea Alejandro y yo de ingresar al estadio.

Al llegar a la puerta de acceso, los vigilantes nos comentan que está prohibido traer cinturón en el pantalón, no sé si por temor a que uno se ahorque por las fallas del equipo local, o por evitar que les de uno por el trasero y lomo a los jugadores que no cumplan. Así que mi “buen” Alex regresó trotando el medio kilómetro donde quedó el coche a dejar las prendas. Desconozco porque me aconsejó en un tono de consideración: ¡Espéreme usted aquí!

Un poco sudoroso y ya en el interior del estadio, pensé: Voy a invitarle cuando menos una cerveza al buen Alex por el ajetreo. -¿Cuánto cuesta el vaso con cerveza?- pregunté al vendedor, a lo que respondió -80 varos “mai”-.

¡Gulp! – ¡Gracias mano!- le dije.

-Oiga don ¿Pues cuánto creía que costaba?- me respondió sorprendido.

-Olvídalo joven- y acabó la conversación.

Un poco más tarde, al ver al que vende los refrescos pregunté: ¿Cuánto cuesta el vaso joven?
-50 pesos “mai”- respondió velozmente.

-Ah caray- balbucié .

-¿A poco se le hace caro?-

-Pues algo- contesté. Ante la situación, decidí mejor posponer la invitación para calmar la sed de Alejandro.

Inició el partido del Atlético Morelia contra los “Alebrijes” de Oaxaca, con las consabidas fallas de nuestro equipo y pues eso provoca que amargue la boca de la frustración. Pensé: Una bolsa de papas fritas no caerá mal, y pues viendo que son alrededor de 15 rodajas en la bolsa, pregunté “¿A cómo las papas joven? Como respuesta obtuve un “A 50 Mai”.

-Uf, uf y recontra uf! Gracias mano-. gracias mano. Total decidí mejor invitar a Alex saliendo del estadio en un Oxxo su cerveza y así fue, pues la crisis ha pegado muy gacho.

Lo interesante que pude observar en el estadio es que la afición que asistió al encuentro de fútbol fueron jóvenes hombres y mujeres en un promedio de entre los 18 y 30 años de edad, pocos chavos rucos. Creo que desentonábamos. Eso sí, muchos de los chamacos y chamacas son buenos para el pisto. Pero qué divertido es el fútbol cuando gana nuestro equipo.