Hasta lo inesperado acaba en costumbre

cuando se ha aprendido a soportar.

Julio Cortázar

Arturo Suárez Ramírez / @arturosuarez

Este año 2022 es muy importante para los planes de la 4T y del proyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador, ya que habrá una consulta para medir la popularidad del presidente porque de “Revocación de Mandato” no tiene nada, además se renovarán seis gubernaturas que perfilarán el camino al 2023 en el Estado de México y luego la presidencial del 2024 con los caballos sueltos y en franca campaña como distractor mientras el Pejelagarto sigue con sus malabares verbales que encubren una terrible realidad.

Se han escrito infinidad de líneas donde se afirma que la marca del PRI es sinónimo de corrupción, tuvieron su oportunidad de regresar al poder y hacer las cosas de mejor manera, pero les ganó la ambición del poder, se enriquecieron y saquearon como nunca al país, si alguien le abrió la puerta a López Obrador fueron ellos y no conformes, como en el cuento de “Casa Tomada” del gran Julio Cortázar, tiraron la llave a la alcantarilla para que sea su único ocupante.

Así se vislumbra un panorama sombrío para los estados y el país, la oposición sigue entretenida con sus guerras intestinas y no se dan cuenta que el triunfo en la Ciudad de México del año pasado (con nueve alcaldías) les regala la posibilidad de ganar la capital y replicarlo en otras latitudes, los morenos han artado a gran parte de la sociedad en tan solo tres años. Pero las dirigencias del PAN y del PRI trabajan para Marko Cortés y Alejandro Moreno quienes tienen el sueño de ser candidatos de una alianza, pero sus credenciales, intelecto, simpatía e historia no les alcanza, del PRD no hay nada que hablar.

A lo anterior hay que agregar que López los tiene tomados, no les da margen de maniobra y ellos no han querido soltarse la camisa de fuerza, quizás por el miedo a las investigaciones de la UIF, o a los expedientes que seguramente tiene en la Segob y que para eso el tabasqueño trajo a su pariente don Augusto López, un secretario como en los peores tiempos del más rancio PRI.

Ya se puede ver que Oaxaca e Hidalgo y en su momento el Estado de México van a pasar a manos del partido del presidente, el asunto es de qué forma, pues Omar Fayad, Alejandro Murat y Alfredo del Mazo han hecho todo para perder, si las cosas van como hasta ahora les van a pasar la aplanadora por encima, esos son bastiones históricos del priismo, ese partido que juega a no hacer el ridículo, a sobrevivir en la prueba de fuego que se les viene y no convertirse en un muerto caminante como el PRD, de no lograrlo la suerte está echada y habrá 4T para rato.

En Quintana Roo, Aguascalientes, Tamaulipas y Durango, se supone que la contienda debería ser un poco más equitativa, pero cuando López Obrador se refiere que ya sentó las bases de la transformación, es probable que se refiera a ganar estados y le están metiendo todo el trabajo para que no tengan falla. El hijo de Macuspana no sabe ser presidente, pero de que le sabe a la campaña, al engaño y engatusar a la gente no se le puede regatear nada, van a hacer de todo por ganar a toda costa.

En el tricolor y con los azules urge un manotazo para bajarles los humos a sus dirigentes, deben aprender de la experiencia de Ricardo Anaya quien se apropió del PAN y luego de la candidatura, ya en la campaña Peña Nieto lo desinfló y a AMLO ni sombra le hizo, necesitan experiencia, política y estrategia y eso no lo tienen… Pero mejor ahí la dejamos.

Entre Palabras

¿Regreso a clases presenciales con los contagios de Ómicron subiendo? ¿Quién asumirá la responsabilidad?

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Hasta la próxima.