LA COLUMNA: Tarímbaro, requiere una policía más humana que dé confianza, no miedo.

Por José Cruz Delgado.

*LA INTENCIÓN DE BLADIMIR ES BUENA, PERO……..

*POCOS POLICÍAS RESPETAN DERECHOS HUMANOS.

En otras ocasiones he comentado que para que haya desarrollo y progreso lo primordial es la seguridad, y esto viene a colación porque el municipio de Tarímbaro está destinado al progreso con el arranque al Parque Industrial que comprenderá un aproximado de 300 hectáreas en los límites con la autopista, al tiempo que respaldó las acciones que ha emprendido el Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP) para destacar al AIM como un recinto moderno y a la vanguardia, coadyuvando al desarrollo económico de los municipios vecinos al lugar.

Pero también se requiere que haya una mejor seguridad, que no es tan mala en dicha municipalidad, y que bueno que haya voluntad del presidente municipal por mejorar la seguridad del municipio, pero no siempre basta que haya muchas patrullas y elementos, lo más primordial es que la policía esté capacitada y sea más humana, que cause respeto y no miedo a la ciudadanía, pues muchas veces en lugar de pedirles ayuda los ciudadanos le sacan la vuelta porque les sale peor, sobre todo por la forma altanera y agresiva con las que se dirigen a la ciudadanía, sobre todo por las noches, de verdad que dan miedo.

La cara de perro que ponen los policías al dirigirse a la ciudadanía intimidan a cualquiera.

Han habido casos que la policía revictimiza a la víctima en lugar de apoyar, casos se han dado en este municipio, sin embargo, no todos son iguales, pero son muy pocos los que actúan conforme a derecho y cuidando siempre los derechos humanos de las y los ciudadanos.

Y es que los policías de ese municipio andan como niños con juguete nuevo, luego que se les hizo entrega de las nuevas patrullas y reconocimiento al cuerpo de seguridad pública, ¿pero que pasa con los derechos humanos?

Lo primordial de una policía es respetar y garantizar los derechos humanos de las y los ciudadanos, cosa que muy pocos elementos hacen y, lamentablemente, si uno de sus compañeros o compañeras viola esos derechos, los demás se hacen de la vista gorda haciéndose cómplices de esos delitos.

A veces no quieren denunciar porque hay la amenaza de por medio, porque después de la “basculeada” dicen los guardianes de la ley que cuidado y vayan de chivatos porque entonces si les va a ir como en feria.