Desde el 2021, año de elecciones gubernamentales en Michoacán, Silvano Aureoles comenzó a mover los hilos al interior de Movimiento Ciudadano, al “proponer” como candidata a la gubernatura a una mujer empresaria, politicamente cercana a su hermano, Antonio García. Al final de la contienda, Mercedes Calderón dio su espaldarazo a Carlos Herrera con una carta pública donde pedía no votar por Morena. Además, el exgobernador logró acordar la suplencia de la diputación plurinominal local, para una de sus colaboradoras más cercanas.
A casi dos años, se hace más evidente el control de Silvano en el partido naranja. Primero, Carlos Herrera se dejó ver en redes sociales con los dueños de la marca a nivel nacional, al mismo tiempo que sostenía encuentros privados con el exmandatario.
El operador “encubierto” de Aureoles, tiene la tarea de llevar liderazgos a Movimiento Ciudadano, para fortalecer la militancia y darles calidad a aquellos que ya no se sienten bien en el PRD, es por ello, que la repentina llegada de Víctor Manriquez, uno de sus más grandes aliados y amigos, a la delegación en Michoacán, sólo confirma la estrategia que desde hace años ha venido tejiendo Silvano para fortalecer su proyecto político.