LA AGONÍA DEL PRESIDENTE LEGISLADOR
Antonio Tenorio Adame
El Presidente de la República ha mantenido su popularidad durante su mandato. Sin duda, 58% de aprobación es un buen nivel.
POR LA MINORÍA
No ocurre igual con las leyes y decretos de su iniciativa, que han sido declarados inconstitucionales por la Corte: a). La transferencia de la Guardia Nacional al Ejército; b). El Plan B electoral, y C). El decreto de la encriptación de información de las obras prioritarias.
La anulación de sus propuestas legislativas motivó una respuesta retadora, a la vez que una denostación: en los inicios de la próxima Legislatura se volverá a enviar la iniciativa descalificada, así también al decreto defenestrado se publicó otro similar en el Diario Oficial, bajo el principio de que no opera ya el INAI, que fue el órgano que interpuso la inconstitucionalidad ante la Corte. El Presidente no acepta su reprobación, e incluso llamó “podrido”al poder Judicial .
Para la reparación de los retrocesos sufridos, el Presidente va a promover en la próxima Legislatura otra iniciativa que sustituya al proyecto electoral original, a la vez procederá a reformar el Poder Legislativo para que los jueces, magistrados y ministros sean electos. El tiempo en política es el bien más escaso, más aún cuando el periodo de seis años se acorta dos meses, como sucederá el 1º de octubre de 2024, cuando el sucesor presidencial protestará como nuevo mandatario. De tal modo que el ajuste del sexenio motivado para cerrar el lapso entre la elección y asumir el cargo que hasta ahora era de cinco meses, se acortará a solo a cuatro meses, con el fin de evitar el inter lapso con la prolongada dualidad presidencial.
En resumidas cuentas se pregunta, ¿la obsesión y tenacidad, características de AMLO, alcanzarán en un mes de la LXVI Legislatura a presentar de nuevo sus iniciativas y lograr su aprobación? El factor tiempo no tiene partido, pero el mes de septiembre en el que se instala la nueva Legislatura requiere de preparar los acuerdos de organización de los órganos de gobierno del Congreso, en particular la integración de Comisiones, sin las cuales no hay posibilidad de cubrir el debido proceso legislativo, concebido como el turno recibido, el estudio y discusión de la materia a legislar y aprobación del dictamen que será turnado al pleno de los legisladores.
Ahí reside el principal obstáculo para la aprobación de las iniciativas que fueron consideradas inconstitucionales. Además de otros factores políticos, como ganar la mayoría en las elecciones generales, la elección de un Presidente sucesor constitucional, la composición del Congreso en común acuerdo entre el Presidente saliente y el entrante. Si no son obstáculos insalvables al menos son retos que marcan la duda de alcanzar los fines neo reformadores de AMLO. El tiempo también es un tirano.
POR LA MAYORÍA
El Presidente López Obrador termina por donde debió empezar. Por eso conocer el Congreso es un requisito básico para un gobernante presidencial. Con ello se evitaría los pasos extraviados que se pretenden dar al impulsar leyes anuladas por la Corte, o presentar proyectos de reformas general del Poder Judicial. Evitar la irritación de AMLO, intentar empezar cuando su sexenio ha fenecido.
Corresponde al sucesor, cualquiera que sea su partido, presentar los cambios constitucionales fundamentales que orientarán su gobierno. Entre las figuras encausadas como posibles candidatos, la mayoría dispone de experiencia parlamentaria, a excepción de Claudia Sheinbaum, quien solo se ha desempeñado como administradora. Por su parte, Adán Augusto López dispone de una experiencia de una senaduria, aunque su desempeño como enlace del Gobierno Federal con el Congreso dejó mucho que desear en casos de verdadera incapacidad para el consenso. Los antecedentes parlamentarios de Marcelo Ebrard se dieron dentro de la oposición, aunque en un partido de minoría, para después desplegarse en el PRD como político de luces propias. El senador Ricardo Monreal es sin duda quien mejor conoce la vida parlamentaria, lo que le permitió acceder desde el PRI cuando en la LIV Legislatura perdió la mayoría y el control del Congreso. No obstante, el senador Monreal ha mostrado su capacidad legislativa y su habilidad política, para evitar ser excluido del grupo de “corcholatas”.
Más que un hombre del Congreso, Monreal es un político de agudo instinto y conocimiento de los recovecos del laberinto legislativo. Hoy dispone de veto de calidad al candidato del gobierno. En declaraciones recientes ha señalado que carece de apoyo de los gobernadores, quienes se encuentran promocionando a Claudia y Adán en “actos de campaña anticipada”. Una situación que pone en alto riesgo la gobernabilidad y la seguridad nacional, a partir de invalidar el federalismo .
Los gobernadores de los estados son investidos de la representación de todos los ciudadanos de su localidad, no son empleados de la orden superior. La interferencia de los mandatarios locales pone en riesgo el proceso sucesorio, no se trata de una elección de segunda vuelta con la injerencia de electores previos que nadie a designado. Los presuntos aspirantes deben de valorarse únicamente por su experiencia de gobierno relacionada a partir de los grandes problemas que sacuden a la nación, sea la migración, la seguridad nacional, de confrontar el narcotráfico, o bien la relación con Estados Unidos en el TÉMEC. Quien disponga de esa experiencia y muestre capacidad de resolución debe ser electo.
EFECTOS CONSTITUCIONALES
Elegir a ministros de la Corte puede ser acertado, pero no suficiente, porque se requiere una reforma de carácter general. Si hay que modificar las estructuras administrativas, se debe realizar en los tres poderes de la Unión, para realizar un cambio adecuado que evite la intromisión entre poderes, con el fin de mantener la unidad y se conserve la división de poderes.