Por: Salvador Hurtado

Pasmoso lo que ha ocurrido en el PRI con las incisiones que ha recibido; Aunque los militantes vigentes aseguran que con esto, declaran como al aguacate libre de plagas.: Lo que son las cosas, porque fue precisamente ese instituto político quien los parió, amamantó y mantuvo a muchísimos parásitos ingratos que llegaron pidiendo posada con una mano adelante y otra atrás, ahora hasta les duele pronunciar su nombre, lo niegan como San Pedro al nazareno. Olvidan inclusive, que el partido les dio a todos los que lo han abandonado techo, comida y sustento desde sus inicios en la política además de que con la etiqueta del partido tricolor se hicieron, en corto, mediano y largo plazo empresarios, Industriales agricultores, ganaderos y hasta millonarios no pocos.
Lo que ahora si se puede asegurar es que con las estampidas de antes y ahora en el PRI, se han extinguido las tan señaladas tribus, dando paso verdadero al cambio generacional y de recomposición de liderazgos en ese instituto político. Ni los tan aludidos y reconocidos juniors figuran en esta nueva recomposición a pesar de ver sido impuestos para ocupar los cargos legislativos y de gabinete en tiempos pasados sin la más mínima identidad partidista que en su momento llevo a sus progenitores a ser referentes importantes en el partido tricolor.
En el pasado reciente, muchos de la flamante clase política han tomado la decisión de cambiar de partido como de taparrabos y, no por la razón de servir a su gente de la comunidad, barrio, colonia, municipio o su estado. “Lo hacen para tener dinero y poder, y no perder el poder y el dinero.
La realidad es que el PRI, ha sido la camada y el mayor semillero tanto de políticos buenos, otros no tanto, otros malos, algunos no tan malos, eso si muchos pillos, en algunos casos, socios con el poder que da el dinero para como arte de magia, convertirse en propietarios fundadores de nuevos institutos políticos en la búsqueda siempre de continuar mamando de la ubre. Fueron diversas las circunstancias por las que estos padrotes de la política, dejaron al PRI que los vio nacer, entre otras, la incapacidad, la deslealtad y la deshonestidad. Pusieron tierra de por medio, salieron y como meretrices transitan de partido en partido, eso aquí y en China, se conoce como: ¡Traición a una ideología partidaria!
Sería importante hacerles algunas preguntas al respecto: los políticos que traicionan su ideología partidaria, ¿serán dignos que la gente les tenga confianza y credibilidad? Si, entre ellos se traicionan ¿qué le esperara a los ciudadanos del país y del estado?
Estos políticos traicioneros y marrulleros surgen por varias causas, las más común es cuando su partido no los eligió para la manipulación he imposiciones en las candidaturas como lo hicieron por decadas. Según ellos lo merecen por haberse sacrificado en demasía por el tricolor, con los méritos, el tiempo y la experiencia suficiente para ser los mejores e indispensables, y al no saciar sus instintos novilleriles, surgen serias y grandes diferencias ideológicas, con los dirigentes en turno.
Ante dichas causas deciden emigrar o buscar otros resentidos ya dueños de partidos, donde se suman con el garantizado apapacho, hacen equipo con otros líderes de su calaña que los aceptan he inviten a respirar por la nariz para iniciar en automático el proceso de purificación de todos los pecados que puedan tener; por el simple hecho de como esos líderes de pacotilla el haber sido militantes del partido que los parió, en pocas palabras ahí, aceptan todo tipo de cascajo. Sería importante que cada partido político, estableciera candados en sus estatutos y así poder reservarse el derecho de admitir a este tipo de despojos como nuevos militantes en sus filas.
Y los eternos políticos del sistema, que ya fueron candidatos y han ocupado importantes espacios, que quieren seguir chupando sangre: Ahora con ese cambio de piel, a los juniors; ¡faltaba más! A conseguir a sus bebés grandiosas posiciones (mínimo de legislador elegidos por la vía plurinominal sin el menor respeto a la verdadera he ingenua militancia), finalmente serán felices en ir saltando de puesto en puesto, a este tipo de políticos es necesario e importante ya no permitirles estas prácticas abusivas, corruptas e inmorales y, el calificativo que mejor los define, es ser los parásitos más nefastos del sistema, que la gente vomita y repudia.
Coinciden algunos de los políticos con los que cambiamos impresiones y que aseguran ellos son hechos de diferente levadura; que para ser como esos bribones acomodaticios, hay que aprender a comer sapos y toda la carroña que encuentren en su camino sin hacer un solo gesto. Tal vez este alimento los inmuniza contra la vergüenza, contra el decoro, contra la falta de fortaleza de espíritu, contra la ignominia o afrenta pública. Exclamo uno, “estamos cansados de verlos sin inmutarse, ante los más vergonzosos actos, con la sonrisa en el rostro.
Las traiciones partidarias por desgracia la ley las permite, este tipo de brincos no van encaminados a una buena causa y razón. Lo único que se observa es una inmensa sed, hambre y obsesión de poder desmedido, cínico e interminable, que a muchísimos sujetos que viven de la política y en otros casos también amparados en ella, han realizados negocios y transacciones oscuras que les ha permitido convivir en la alta sociedad, que la tratan de adoptar con esfuerzo sin negar la cruz de su parroquia.
En cuanto al tema de los “Juniors”, es de gran interés, pues en algunos casos salieron más chingones y rapaces que el propio progenitor. Ya verán el porqué, si Dios nos lo permite.