Foto: Cortesía del Servicio Arqueomagnético Nacional, IGUM, UNAM.
Investigaciones interdisciplinarias para el rescate del patrimonio colonial de Pátzcuaro
Investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Michoacán y del Servicio Arqueomagnético Nacional (SAN), del Instituto de Geofísica Unidad Michoacán, de la UNAM Campus Morelia, logran estimar temporalidades de los vestigios de una obra hidráulica colonial en la calle Ahumada de la ciudad de Pátzcuaro.
En enero de 2022 se llevaron a cabo trabajos de reposición de tuberías de drenaje y repavimentación en la calle Ahumada de la ciudad de Pátzcuaro. Como resultado de las excavaciones afloraron algunos materiales arqueológicos y un alineamiento de piedras, por lo que el Instituto Nacional de Antropología e Historia en Michoacán llevó a cabo un rescate arqueológico.
En las actividades de rescate, a cargo de la arqueóloga Eugenia Fernández Villanueva, del INAH, se recuperó una gran cantidad de fragmentos cerámicos, en su mayoría de la época colonial, aunque también se encontró material correspondiente a la época prehispánica, tanto fragmentos de alfarería como de piedra tallada, principalmente obsidiana.
El alineamiento que afloró correspondía a parte de un canal de conducción de agua, construido con piedra, que se localizó casi al centro del arroyo vehicular, a 75 cm de profundidad. Al ampliar la excavación hacia el norte afloró otra obra de infraestructura hidráulica, consistente en losetas cuadrangulares de barro, de 25 por 25 por 4 cm por lado y espesor respectivamente, colocadas directamente sobre la tierra sin mortero alguno y flanqueadas por un alineamiento de piedras unidas entre sí con una mezcla de cal y arena. La obra fue construida en un nivel más alto que el de piedra y más cargado hacia el lado poniente de la calle. Se liberó únicamente un tramo de 6.5 m de longitud.
Se logró estimar la temporalidad de la obra mediante el método magnético en las instalaciones del SAN del Instituto de Geofísica Unidad Michoacán, perteneciente a la máxima casa de estudios. Según el Dr. Avto Gogichaishvili, responsable de SAN, la datación se logró gracias a que la loseta de barro cocido, algo semejante a un ladrillo, contiene minerales magnéticos tales como la magnetita y la hematita que bajo ciertas condiciones podrían guardar las huellas del campo magnético terrestre al momento de su elaboración, es decir, durante el enfriamiento desde altas temperaturas. La magnetización termorremanente así formada, se compara con la variación secular del campo magnético de nuestro planeta
para estimar los probables intervalos cronológicos. La loseta de barro analizada arroja un intervalo bastante estrecho, entre los años 1710 y 1740, siendo ésta la cronología absoluta que se asociaría a la obra hidráulica colonial en la calle Ahumada de la ciudad de Pátzcuaro.