Por Christán Gutiérrez

“Morena se voltea para otro lado”.

Michoacán está atrapado entre una espada y la pared. La violencia no se frena en México y en el estado es moneda de uso común la serie de violencias, en plural. Sí, en plural.

Quienes vivimos en Michoacán sabemos de qué hablamos. Decenas de feminicidios, decenas de miles de personas enterradas en fosas clandestinas, miles de homicidios dolosos y ahora con mucho mayor fuerza, la extorsión o cobro de piso. ¿Y qué hace el gobierno federal y el estatal en estos delitos en los que debe trabajar para evitar, contener, investigar y sancionar? La realidad es que no hacen nada.

Por eso es que las y los michoacanos estamos expuestos y hemos sido dejados a nuestra suerte.

Apenas el tres de marzo pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador visitó Morelia y señaló que la extorsión ha crecido en la entidad. El propio presidente lo evidenció. En este mismo evento, el secretario de la defensa nacional, expuso que los delitos de homicidio y narcomenudeo presentan su foco en Morelia, Zitácuaro, Zamora y Apatzingán. Ellos mismos traen esos datos, pero en estos delitos son ellos los que deben actuar.

En lo que va de la administración de López Obrador, Michoacán es el 5to lugar nacional en homicidios dolosos y el municipio de Uruapan, es uno de los sitios más peligrosos del país y del mundo. Por cierto, en Uruapan gobierna Morena.

Esta es la verdadera cara de Morena como “marca” de gobierno. Con los gobiernos de Morena la violencia está incontrolable y los gobiernos federal y el de Michoacán prefieren voltear para otro lado. ¿Por qué se voltean? ¿Será que no pueden con el problema? ¿Será que les conviene mantener caos en el país para gobernar a través del miedo?

Vivimos momentos electorales, estamos en pleno proceso electoral y están por iniciar las campañas locales para diputaciones y alcaldías en Michoacán.

Michoacán es muy violento y los gobernantes de Morena son indolentes; ¡se voltean para otro lado!

*El autor es consultor y capacitador, tiene estudios de doctorado en Política, de maestría en Comunicación, de maestría en Neuromarketing, de maestría en Ciencia Política y de licenciatura en Derecho.