Pidió imparcialidad en su caso, su padre insiste qué es inocente.
Humberto Castillo Mercado
En la novena sala Penal del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Michoacán, Diego Urik Mañón Melgoza, sentenciado a 50 años de prisión por el feminicidio de Jessica González, el 15 de febrero pasado, solicitó se revise su caso, tras la parcialidad de las autoridades de la Fiscalia General del Estado, y el Magistrado de la novena sala Penal, que lleva su caso.
Custodiado por cinco elementos de la Policía Procesal, Diego acusó qué el magistrado de la Sala Penal, Gilberto Bribiesca, es amigo del Fiscal General del Estado, Adrián López Solís, por ello, “estoy en estado de indefención” y solicitó a la Magistrada María de Los Ángeles Llanderal, “imparcialidad” en su asunto.
El joven de 21 años, cumplidos en enero pasado, recordó inadecuado qué el propio presidente del Poder Judicial, Jorge Reséndiz, se pronunció antes de la sentencia al señalar que Diego sería sentenciado a 50 años de prisión o más.
“Yo le pido que acepte esta recusacion, pido mi caso lo tome alguien imparcial porque me encuentro en un estado de indefención”.
Sin embargo, la Magistrada, Llanderal desechó la petición por considerarla con falta de elementos probatorio
El padre de Diego Urik, Bruño Mañón, insistió que su hijo es inocente, y que la petición era para lograr la recausacion y echar abajo la sentencia, es decir que su hijo quede absuelto, por todas las irregularidades cometidos durante el mediático caso.