Morelia, Michoacán, a 14 de diciembre de 2018.- “Para salir adelante y superar los tragos amargos de la vida, como lo es la violencia de género, es necesario “agarrar” valor para atreverse a denunciar; pero, sobre todo, darse cuenta que nadie merece vivir bajo ningún tipo de violencia. Todas las personas somos iguales”.

Luego de haber sido víctimas de diversos tipos de maltratos, principalmente por parte de sus parejas, usuarias del Centro de Justicia Integral para las Mujeres (CJIM) de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), que participaron en la segunda “Feria de las Mujeres”, coinciden en que, para salir adelante, valorarse a una misma es el primer paso.

Todas ellas tienen una historia que contar, aunque también cada una quiere olvidar ese pasado, dejar atrás los momentos en que parecía que no había una salida, o una opción para salir de sus problemas.

Desde violencia economía, física y hasta la psicológica, cada una tuvo que superar el reto, el de armarse de valor y hacer lo necesario para ser escuchadas.

Hortensia, de 47 años de edad es una de ellas; tras haber sufrido de agresiones por parte de su pareja, decidió que era tiempo de terminar con este capítulo en su vida, “sufrí maltrato, un día mi familia vio lo que me hacía y me convencieron de venir”, cuenta Hortensia, quien después de algunos meses recibiendo los servicios del CJIM, hoy narra cómo su vida ha cambiado.

“Me siento empoderada, muy fuerte y feliz, la ayudan a una a valorarse, a quererse más, me siento muy contenta”, cuenta ella, quien continua su proceso de recuperación y vive con el ánimo de seguir adelante.

Sandy es otra mujer que, tras haber sufrido violencia, un día decidió terminar con esta tortura luego de vivir 5 años de maltrato; ella y su hijo llegaron al CJIM, donde en los últimos 3 meses han sido apoyados por los especialistas.

“Tuve que llamar una patrulla para poder salir de la casa y me salí con lo que pude agarrar, me amenazaba con que me iba a quitar el niño”, cuenta Sandy, quien actualmente se encuentra en proceso de recuperación junto con su pequeño, y por eso invita a todas aquellas víctimas de violencia a no temer y atreverse a denunciar.

“Que se asesoren, una escapadita, yo tenía la intención de hacerlo y nunca lo había podido hacer, había veces que estaba a dos cuadras y me temblaban mis piernas, no iba. Hay que tener valor”, afirma.

EL EMPODERAMIENTO

Parte del proceso que viven las usuarias del Centro de Justicia Integral, es aprender sobre el empoderamiento, esa recuperación de su seguridad, de su autoestima, desarrollo profesional y humano, y también de su economía.

“Muchas de las usuarias del centro, cuando salen de sus casas lo hacen sin nada, y parte del proceso de rehabilitación es que ellas recuperen, además de su estabilidad emocional, la económica”, refiere, Janeth Martínez Mondragón, directora del CJIM.

Por tal motivo, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), ha implementado una serie de acciones para alcanzar estos objetivos, entre ellos la realización de la primera y segunda “Feria de las Mujeres”, un espacio que, entre otros, ha servido para que las usuarias puedan ofertar servicios y productos hechos con sus propias manos.

Pero, además, este espacio ha servido para dar a conocer el trabajo que se realiza al interior del centro y, sobre todo, el avance que han tenido ellas tras luchar contra la violencia de género.

“Yo le doy un diez a este evento”, dice Mari, quien desde hace 6 meses que llegó al CJIM, ha encontrado además de amigas y amigos, la oportunidad de descubrirse nuevamente y darse cuenta del valor que tiene como mujer.

“Yo estoy muy agradecida con este evento la verdad, representa para mi darme a conocer, y seguridad”, dice Gloria, quien ha aprendido el valor de su trabajo y lo importante de quererse como persona.

Ahora el escenario para ellas es distinto, su futuro ya no está definido por lo que vivieron, su presente es el que hará la diferencia en sus vidas y lo que ellas quieren es salir adelante y no volver la vista atrás nunca más.