Morelia, Michoacán, 24 de mayo de 2023.-El Hospital Infantil Eva Sámano de López Mateos de la Secretaría de Salud de Michoacán (SSM), cuenta con un área de atención cardiológica donde brinda atención médica oportuna y gratuita de manera mensual a un promedio de 70 menores de edad con algún tipo de cardiopatía congénita.
De acuerdo con Arturo Correa García, cardiólogo pediatra, ecocardiografíasta y hemodinamista adscrito a este centro hospitalario, las tres patologías más comunes entre la población pediátrica son: persistencia de conducto arterioso, la cual es una abertura constante que se encuentra entre los dos vasos sanguíneos principales que salen del corazón y está presente desde el nacimiento.
Otra es la comunicación interventricular, que se refiere a un orificio en la pared que separa los ventrículos derecho e izquierdo del corazón. Es uno de los defectos cardíacos congénitos (presentes al nacer) más comunes; así como la comunicación interauricular, defecto de nacimiento en el corazón en el que hay un orificio en la pared (septo o tabique) que separa las cavidades superiores del corazón (aurículas). El orificio puede ser de distintos tamaños y puede cerrarse por sí solo o requerir cirugía.
“La mayoría de las patologías cardiacas como tal son de nacimiento, no existen factores desencadenantes, salvo algunas que pueden ser ocasionadas por el consumo de drogas de las madres y se llama miocardiopatía dilatada”, puntualizó Correa García.
El especialista destacó que la hemodinamia o cirugía son los dos puntos base en torno al tratamiento, ya que este puede variar de acuerdo al tipo de patología cardiaca que presente el paciente.
Explicó, que los signos y síntomas dependerán del tipo de cardiopatía que presente el paciente, sin embargo, existen dos tipos y dos grandes grupos, uno donde los niños se ponen morados y se catalogan como cianógenos, y otro donde los niños tienen falta de crecimiento y no se ponen morados a la que se le llama cardiopatía congénita acianógenas.
Otra de la sintomatología son los soplos; así como la enfermedad de repetición en vías respiratorias superiores, es decir, que enferme dos o tres veces al mes, que no suban de peso, cansancio al comer, y sudoración abundante e incluso en temporada de frío.
Ante ello, la SSM recomienda mantener la vigilancia médica pediátrica mensual, semestral o anual, dependiendo de la edad del menor, en aras de detectar de manera temprana alguna cardiopatía.