Por: Fernando Pérez Chávez

Perderá Morelia, Titulo de Patrimonio Cultural.
#Alfonso Martínez Alcázar el Responsable#.
¿Cómo Actuará?, el Alcalde Electo, Raúl Morón.

La pésima administración de Alfonso Martínez Alcázar, presidente municipal independiente de Morelia ha puesto en riesgo el título de Ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad, que tiene desde hace 26 años porque el centro histórico de la capital del estado ha sido invadido por cientos de comerciantes ambulantes.

Luego del operativo fallido del retiro de ambulantes en el mercado Independencia que prendió ejecutar la administración municipal independiente y en el primer cuadro de la ciudad este será otro problema que será heredado al alcalde electo de Morelia, Raúl Morón Orozco y la gente se pregunta ¿cómo actuará?.

Y a 9 días de que culmine el gobierno de Alfonso Martínez, realmente será imposible que evite la instalación de cientos de comerciantes ambulantes en el Centro Histórico de Morelia, porque fracaso su operativo de retiro como fracaso su gestión y dejará a la próxima administración también la huelga del Organismo Operador de Agua Potable y Alcantarillado.

Aunque claro los problemas más graves son el de la inseguridad, el de las vialidades destrozadas con baches por todos lados, las inundaciones, obras inconclusas y una nómina bastante inflada, entre otros problemas que nunca pudo solucionar y todavía tuco el descaro de buscar su reelección.

Los morelianos no se podían equivocar dos veces y por esa razón le dieron la espalda y votaron en su contra, porque no pudo gobernar la capital del estado y fue superado por los problemas que tiene y soñaba con reelegirse como presidente municipal, para buscar en el 2021 la gubernatura de Michoacán, pero si no pudo con Morelia menos hubiera podido con el Estado.

Por otro lado, para fortuna de los morelianos sólo será alcalde nueve días más y que bueno que ya se va, pero ojalá que se vaya para siempre, pero lo dudamos porque siempre ha vivido de la ubre gubernamental y por buscará por todos los medios volver a tener otra oportunidad en la política, aunque tenga que venderle su alma al diablo.