Por Padre Pistolas

– San Lucas el evangelista de la oración, ahora nos presenta otra cualidad de la auténtica oración, la humildad.
– Esto lo hace Cristo a través del fariseo y del publicano.
– El fariseo entra al templo a presumir de una bondad que no tiene, los fariseos se llamaban así mismos “los puros” eso significa en hebreo fariseo” y regresa a su casa con su alma vacía y en pecado, era de esas personas que se sienten profetas y son insoportables.
– Lo único que aprendí de mi primer obispo cuando estaba recién ordenado fue esta frase: “lo perfecto es enemigo de lo bueno” perfecto, solo Dios.
– Este fariseo se igualaba a Dios queriendo engañarse así mismo cosa imposible, como también es imposible querer engañar a Dios, más bien es inhumano, parece que perdonan pero en el fondo siempre nos condenan, como lo hizo este fariseo con el publicano.
– El publicano se reconoce pecador, y no era tanto, recaudaba los impuestos de los judíos para dárselos a los romanos, cosa que estaba de acuerdo de Cristo, a pregunta expresa, lo cual se prestaba a tomar algún dinero; ya que nadie tomaba control de dichos impuestos como ahora que algunos banqueros y políticos se mandan auto robar, que me robaron 5 millones, cuando solo se habían robado 1 millón ¿Quién carajos se da cuenta? Ni modo de llamar a los ladrones y preguntarles ¡oye, cuanto te robaste?
– Pero como Mateo, que también era publicano se arrepintió y se convirtió en un santo evangelista
– Hoy en día nuestro presidente de México usando un lenguaje muy católico quiere que no haya muertos ni guerra, pero resulta que el gobierno debe de cuidar de nuestra paz y debe hacer justicia y estos mendigos sicarios no respeten la vida de los soldados ni de sus familiares y mucho menos respetan nuestras propiedades, por lo tanto;
– Deben de armarlos, si no más por lo menos igual que a los sicarios, calibre 50, fusiles “Barret con lanzagranadas y no con toletes y pistolas que apenas sirven para mi museo.
– También yo estoy de acuerdo que no maten a nadie pero que no me maten a mí y yo tengo derecho natural, civil y cristiano de defenderme aunque tenga que matar y no como ahora que si encuentras un ladrón robando tu casa o violando a tu hija, si lo matas te meten a la cárcel no se vale.
– Por eso un sacerdote no puede tener cargo en el gobierno, es contrario a su vocación.
– A propósito de la venganza el diablo soltó a un burro este se comió y maltrato al huerto del vecino, el vecino mató al burro, el dueño mato al vecino, su mujer mato al dueño del burro…
– Dios mandó llamar al diablo y le dice oye cabrón ¡pues que hiciste!
– ¿Yo señor? Nada, solo solté al burro.
Que Dios los bendiga.