Antonio TENORIO ADAME

Por Antonio TENORIO ADAME

¿Campañas a la mexicana?

Las campañas electorales dieron inicio al abrirse el mes de marzo. El poder se renueva dentro de un sistema de Gobierno de semi presidencial o presidencialismo hibrido con influencia parlamentaria,tal como ha sido la praxis del presidente Andrés Manuel López Obrador durante su mandato.

POR LA OPOSICIÓN.

Los Escenarios: Un zócalo con 350 mil almas acompañan a Claudia, así como una marcha de repudio a la violencia en Fresnillo,Zacatecas, es el escenario de Xóchitl; en tanto en Lagos de Moreno, Álvarez Maynez declaró contra el indebido uso del internet.

Las Propuestas: El Proyecto de Nación de la candidata de Sigamos Haciendo Historia consta de 113 puntos; la coalición de Fuerza y Corazón dispone de un proyecto del doble, 226 compromisos.

El posicionamiento: Las figuras en lucha por la Presidencia son de notoria desigualdad 57. 25 y 4 por ciento. Son brechas que se irán cerrando conforme avance la contienda electoral, cuya tendencia indica que va a ser competitiva.

Los Paradigmas: Los medios impresos destacaron como principales lemas de campaña desde el frente de Claudia, “La conquista de la esperanza”. Por parte de Xóchitl, “el compromiso de su sangre”. En la primera se advierte la incertidumbre de evocar el estereotipo la “conquista” con riesgo de evocar la etapa de dominación a los naturales de pueblos prehispánicos. Aún mayor el margen de error de la candidata de “Fuerza y Corazón”, dado que su duplicación de ofertas al electorado no establece una ventaja a partir de su contenido, se sustenta en la “Teoría del miedo”, que no es más que el liberalismo negro de Hobbes, Malthus, etc.

Las Coincidencias: A pesar de duplicar los puntos de arranque de campaña por parte de la oposición, existen ciertos puntos de contacto; para empezar, el apoyo de mantener las políticas asistenciales del Gobierno, lo que lleva a pensar en la posibilidad de conciliación y acuerdo. No obstante este tronco común, sin dejar de valorarse, debe distinguir la razón del origen de esa identidad común, que no es otra que el de su esencia a favor del bienestar, que es llevado a los usos y costumbres del campo electoral. Las políticas de bienestar son de raíz y objetivo clientelares impuestas u obligadas para evitar la compra de votos y personal de casilla.

Los puntos de confrontación: Se ubica en el área de interés de la Nación. Con respecto seguridad de Territorio, la seguridad no se comparte porque a nombre de favorecer la movilidad de bienes, servicios y personas. La Unión Europea paradigma de la integración territorial se mantiene ajena a la unificación de la diplomacia exterior y de la formación de una sola fuerza militar. Xóchitl propugna la seguridad continental donde los generales serían mandos externos sobre tropas nacionales.

Éstas y otras consideraciones son indispensables para valorar las campañas, ahora bajo el menú de ofertas y promesas para atraer el voto popular.

Con mayor detenimiento y atención se revisarán las plataformas como un antecedente de políticas públicas a aplicarse como compromiso de campaña y culminar con el examen del PLAN NACIONAL DE DESARROLLO, en cumplimiento del artículo 26 de la constitución para estimar el apego de un Gobierno legítimamente constituido y de compromiso con los electores con apego al interés nacional.

LA MAYORÍA: ¿ PRESIDENCIALISMO HIBRIDO?

Se inician las campañas bajo un esquema dual, de una parte sin sustento legal; se realizaron precampañas bajo un espíritu de elecciones primarias para definir internamente las opciones de candidatos. Se evitaron los grandes cismas internos, como ocurría en el pasado I. Bonilla – Obregón en 1921; Ávila Camacho – Almazán en 1940; Ruiz Cortines – Henríquez en 1952; Salinas – C. Cárdenas en 1988; estas grietas se dieron junto con otras divisiones internas de los partidos opositores.

El ensayo de proponer candidatos por el método de encuestas representó un costo siempre de mayor riesgo al partido de Gobierno, Morena, donde el rechazo al desplazamiento de sus fundadores por “chapulines” provenientes de otros partidos. La pulverización de partidos debilita la institucionalidad con la que se pensaba surgir la democracia plural de partidos.

Un juego de fuerzas entre la militancia de base afín al blindaje contra alianzas de otras fuerzas externas, sujeto a un exponencial de partida doble con egresos de militantes y simpatizantes que provienen de otros partidos; en contrapartida, surge la política de alianzas donde se permite recuperar pérdidas y quizás ir más allá al lograr alianzas fructiferas.

En el legado de la administración presente se advierte una tendencia a modificar el sistema político; este deslizamiento se dio por la vía pragmática de AMLO para llevarlo por hechos consumados de poder a asumir rasgos del parlamentarismo, como ocurre en la división de poderes con frecuencia sujetos a la decisión personal.

En el ambiente política flota un Presidencialismo híbrido sin normas legales legitimas salta como necesario en la praxis.

El antecedente constitucional fueron reformas introducidas por medio de la corrupción para instalar un régimen neoliberal, su corrección se orienta a recuperar el sentido originario del interés nacional, o sea los derechos originarios de la Nación.

Los brotes de parlamentarismo son diversos, como lo indica la cada vez creciente influencia de las alianzas inter partidistas como una necesidad de formar un pacto electoral que gane a la vez el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo, así como la pretensión de asimilar por medio del voto al Poder judicial.

Una muestra más de un Presidencialismo híbrido ocurre con la designación de Mario Delgado, quien, desde la cumbre del partido oficial recibe el cargo de coordinar la campaña de Claudia Sheinbaum. No obstante, el liderazgo de las Cámaras ya se designó con el consecuente disrupción de determinar el destino en la nueva administración del eje del partido y de la campaña.

La renovación de poderes en sus distintas escalas por medio de las urnas en un mismo día permite la ordenación cronológica, más no el interés y peso especifico en la escala de importancia para el elector, quien sigue sujeto a dar prioridad a la jerarquía política donde los comicios locales pierden atención y son marginados, como ocurre con las presidencias municipales.

El sistema electoral y de partidos se encamina más a la piramidalización del poder que a su participación democrática, con el objetivo de construir un Gobierno con mayoría en el Congreso, al sobreponerse a un esquema de democracia territorial.

PROMULGACIÓN CONSTITUCIONAL

La renovación de poderes requiere una evaluación del sexenio que termina su ejercicio, a la vez de su confrontación analógica con las alternativas que ofrecen las candidaturas que promueven los partidos.

La primera diferenciación que salta a la vista es la establecida entre los que son parte del Gobierno y quienes forman la oposición. Los primeros tienden a la continuidad de programas mientras que los segundos van por la vía de la impugnación, el relevo de obras y formalidades de Gobierno.