Por Antonio TENORIO ADAME
Los Rostros de la Traición
Judas: ¿Traición o Tradición?
En la Semana Mayor que concluye ha vuelto a la memoria del pueblo llano la figura histórica de Judas, el judío más conocido de la humanidad y recordado como traidor. En la tradición de los barrios se quema su réplica.
Sin embargo, Amo Oz, en su estupenda novela que lleva el mismo nombre del apóstol denostado, argumenta que este discípulo fue el más cercano al Redentor, solo cumplió los deseos de su maestro para enfrentar a sus verdugos, cuya denuncia llevó a la crucifixión, por lo que sin ella no se hubiera dado.
Por otra parte, señala el Premio Nobel, que el delator era el discípulo más brillante y rodeado de riquezas, por lo que no requería de las monedas con las que compensaron su denuncia; asimismo, es el único que muere junto con Cristo al acudir al suicidio. Su veredicto es a favor de la inocencia de Judas.
Pasando al plano nacional, la aplicación del calificativo de traición ha vuelto sonar en el discurso político para impugnar al adversario, como ocurre en el Congreso.
Los partidos políticos y sus afiliados ponen en práctica el recurso acusatorio para reducir al oponente a su desapego al interés nacional y el sentimiento de patria.
La referencia más próxima del sustento de exclusión, corresponde a la frase del presidente Adolfo López Mateos, quien presionado por la intención de revitalizar la revolución mexicana y ante la nacionalización de la Compañía de Luz, llegó a manifestar que “es un traidor quien entrega los recursos de la Nación”. Es decir, quien violente el artículo 27 constitucional, que otorga el derecho primigenio de propiedad de los recursos naturales a la Nación.
Las reformas al 27 constitucional de Salinas y las estructurales de Peña Nieto modificaron el sentido original de la propiedad de Nación, para separar la renta del bien obtenido en la producción, como fue el petróleo y las prioridades en la distribución de la energía eléctrica, La producción de esos bienes entraron al mercado.
En la discusión de posiciones entre izquierda y derecha se popularizó la exclusión del adversario para que ambos se descalificaran mutuamente como traidores. A falta de argumentos, se lanzan insultos, como método nudista de la democracia.
La Constitución carece de un articulo expreso sobre la traición; en su articulo 22, hasta antes de 1999 existía alusión de traidores al señalar que: “La pena de muerte sólo podrá imponerse al traidor a la patria en guerra extranjera, con extensión a otros más delitos graves de orden penal; sin embargo, esta sentencia fue derogada en 1999 en el gobierno de Ernesto Zedillo, para prevalecer los derechos humanos, al quedar establecido en dicho artículo “Queda prohibida la pena de muerte”.
Los objetivos de la Mayoría.
En la actualidad la mención de traición corresponde al 108 de la Constitución por la presunta responsabilidad del Presidente de República, y en el 123 del Código Penal .
1. Respecto al primero, señala: “durante el tiempo de su encargo, (el Presidente) sólo podrá ser acusado por traición a la patria y delitos graves del orden común”. De tal suerte, sólo será juzgado después de su mandato, aun por responsabilidad generalizada sin que todavía se presente ocasión propicia para su aplicación.
2. En tanto, en el artículo 123 del Código Penal fue sujeto de una iniciativa de reforma del PAN en la sesión del 9 de noviembre de 2017.
En el proyecto de decreto se plantea las variantes de ese delito; “Se impondrá la pena de prisión de cinco a cuarenta años y multa hasta cincuenta mil pesos al mexicano que cometa traición a la patria” por actos contra la independencia o de hostilidad contra la Nación, participe en grupos armados dirigidos por extranjeros, dañe la demarcación del territorio nacional, reclute gente para el enemigo en estado de guerra, sirva a la inteligencia enemiga, establezca apoyo a invasores del territorio nacional, entre otros delitos especificados, a los cuales se propuso añadir “ el cometer actos de corrupción o aprovechar ilícitamente lucrar en desastres que azoten a la población”.
El linde de la traición de la patria se presenta en condiciones de guerra cuando se ayuda o se sirve al enemigo, pero en el caso de los legisladores quienes deben ser mexicanos por nacimiento, su lealtad a la Nación es indispensable para que las leyes adquieran legitimidad de origen.
Es en el contexto del orden internacional donde prevalece la jurisprudencia del traición dentro de una conflagración bélica, se entiende por traición como un artilugio del engaño y simulación para aniquilar al enemigo. Tal como ocurrió en la guerra de los Balcanes en Srebrernica.
La prohibición actual es calificada alternativamente de <
Pero las declaraciones que prohíbe la clase de subterfugio que llevaron a cabo los serbios de Bosnia en los caminos que dirigían a Srebrernica puede encontrarse en los artículos 37,38, y 39 del Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1977 .
El artículo 37 del Protocolo I establece que <
La diferencia entre perfidia y la traición es la diferencia entre la decepción maliciosa y el engaño. Perfidia es lograr que una persona crea algo que es falso, mientras que la traición implica un acto que realmente hiere a una persona. Dentro de las norma del derecho internacional, los términos traición y perfidia son usados indistintamente.
Otros ejemplos de perfidia son aparentar que se está negociando bajo la bandera de una tregua o rendición, simular incapacidad debida a heridas o enfermedad y fingir que es civil o no combatiente. El artículo 39 prohíbe el uso de banderas, emblemas militares, insignias, o uniformes de las fuerzas enemigas durante un ataque con el fin de proteger o impedir una operación militar, aunque las estratagemas de guerra no están prohibidos.
En Srebrernica los musulmanes de Bosnia que se rindieron lo hicieron bajo engaño por los serbios, quienes les hicieron creer que eran tropas de la ONU, de acuerdo con los datos en Crímenes de Guerra, Roy Guzmán, Debate 1999.
Asuntos de orden Continental:
El estigma de la historia patria se erige a partir de las traiciones infligidas en las guerras ocasionadas por el invasor con propósitos de expansión territorial, como ocurrió en los actos de lesa Nación de Santana y de Peña y Peña, la pérdida de la mitad del territorio, o de quienes acudieron a Miramar en busca de Maximiliano.
En la firma del Tratado de Guadalupe Hidalgo se ocultaron los desafectos a la Nación y en la incapacidad del Cuarto Congreso para establecer un juicio por deslealtad que facilitó se escurrieran los segundos.
En los tiempos de la globalización la apertura al neoliberalismo se originó a partir de un fraude electoral que propició la firma de tratado comercial con Canadá y Estados Unidos en condiciones de inequidad y desigualdad, no solo persisten sino son ahora mas profundas.
El crimen de Colosio afianzó la relación de asimilación regional, lo que persistió en la ratificación del TEMEC durante la actual administración.
Acaso ¿el interés de la patria es un fantasma que se evade?
No. Lo que falta es una idea de Nación en base a sus orígenes, capaz de adaptarse a los requerimientos del presente, o sea saber negociar como Nación de Norteamérica.