Por Antonio TENORIO ADAME
¿EL DEBATE ZOMBIE?
El Debate que ¿no se dio? o ¿invisible?, o ¿zombie? fue aquel que determina el compromiso entre el gobernante y los gobernados, por medio del cual se otorga la confianza de los ciudadanos por el bien de la República.
Minorías Debaten Inconformidades.
El primer debate presidencial del Instituto Nacional Electoral fue una amalgama de ataque y descalificaciones en medio de fallas técnicas y confusiones entre aspirantes a la Presidencia.
De pésimo formato de cierta rigidez al impedir la confrontación de candidatos para dar paso a la certeza.
La más combativa fue Xóchitl, a quien se le notaba nerviosa sin soltura, más bien tiesa, al contrario Jorge Álvarez Maynez con una permanente sonrisa, mientras Sheinbaum se mostraba ligera, suelta, sin que sea su percepción más conocida.
Para Sheinbaum adjudicó a su rival como marioneta del “prian”; en tanto Xóchitl le devolvía el adjetivo “fría y desalmada”; Maynez justificaba su presencia y aludió a sus rivales con mesura.
Los aspirantes ofrecieron becas y tarjetas en un “handicap” por atraer la atención de los electores, e incluso elevar los beneficios sociales a rango constitucional, como ha sido costumbre en la técnica legislativa, otorgar derechos sin vinculación responsable, además que es principio de política fiscal administrar ayudas y beneficios fiscales sin compromiso perennes ni generales, sino específicos y temporales, como racionalidad inversa de los impuestos que son permanentes con obligaciones iguales, pero tasas diferenciadas.
El debate orientado a la discusión de la educación y la salud, la transparencia y corrupción, así como la discriminación y violencia contra las mujeres. Dentro de esta constelación de temas la corrupción fue quien atrajo la atención centrípeta y especulativa como alimento de ataques pero desvanecida pidiendo pruebas o ignorándola.
Xochitl obligada a remontar la diferencia de dos dígitos no fue capaz de dar un golpe demoledor, su nerviosismo le llevó incluso al final a mostrar el escudo nacional de cabeza.
Su examen acusatorio brilló más especulativo y oportunista que solidario con las víctimas, evadió un ataque frontal al Presidente, y sólo exhibió a Claudia como insensible, fría y culpable. No alcanzó calificación de estadista, quizás como administradora eficaz.
Que se reconoce que los resultados de “Debate presidencial” son una parte de los avances de la democracia mexicana, al igual que las encuestas y las redes sociales, todas contribuyen a la percepción de la realidad donde la violencia queda excluida al exaltarse la civilidad de la democracia.
El repertorio de Claudia resbaló en desacreditar a Gálvez y gobiernos antecesores.
El esquema del debate le abrió paso a externar numerosas informaciones sin fundamento documental, sin que su rival respondiera con precisión necesaria. Una patinada ocurrió al decir que el movimiento estudiantil que es prueba de su formación política se debió a la protesta por el alza de colegiatura de la UNAM era originada por el PRI y el PAN, cuando en realidad fue promovida por la administración del rector Jorge Carpizo. También altero la verdad en los reconocimientos recibidos CDMX aumentaron 60%, no es cierto que la matricula de medicina fue cerrada por el PRI y el PAN, cuando ésta es de las más altas.
Este Debate fue enredado, lo que impidió su autenticidad; entre otros tropezones, fueron preguntas repetidas, los conductores y aspirantes registraron momentos de confusión, sobre todo el erróneo registro del tiempo.
Algunas preguntas se repitieron, otras contrataban con el discurso oficialista de Sheinbaum, la inquietud de Xóchitl contrastaba con la sonrisa inamovible de Maynez quien destacó más en imagen que en sus propuestas. El post debate colocará el orden de posiciones.
Los Hechos de las Mayorías
El Debate ¿Pospuesto o Invisible?, o que ¿no se dió? o ¿zombie?, ha sido la omisión más que la mentira:
1. Salinas nunca dijo en campaña que iba a entregar el patrimonio empresarial público, o privatizar el ejido, reconocer la iglesia y firmar el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.
2. Zedillo tampoco habló del Fobaproa o de la privatización de los Ferrocarriles Nacionales.
3. Fox no anticipo el voto de México para que China entrara al mercado de Estados Unidos llevando a la quiebra a las maquiladoras mexicanas;
4. Calderón no anticipo ni convocó al Congreso para sacar al Ejército a las calles;
5. Peña Nieto escondió el paquete de las once reformas estructurales con los que privatizo el producto de los recursos naturales de la Nación, para lo cual sobornó a los legisladores.
6. La gran limitante del Debate ha sido a la vez un relativo avance democrático, porque no se abordaron los “Grandes problemas nacionales”, en paráfrasis de Andrés Molina Enriquez, mismos que sólo se mencionan para su trato posterior, como son;
a. las reformas a la constitución que consideran necesarias;
b. la estrategia binacional a la violencia generada por el narcotráfico;
c. la reforma fiscal para moderar la distribución del ingreso;
d. el cambio climático a partir de los cuerpos de recursos naturales de la propiedad social; la negociación del TEMEC y los acuerdos de una relación binacional de compromisos compartidos con EEUU.
Las propuestas de campaña son una combinación de ofertas para atraer el voto, principalmente; no revelaron la fondo el compromiso y responsabilidad de su cumplimiento, como tampoco de su fuentes de financiamiento.
Por otra parte, no se sabe la compatibilidad entre la plataforma del partido o coalición con la expresada por su aspirante presidencial.
El debate no determina el triunfo electoral, sólo reafirma la tendencia de las percepciones.
Acaso modifica la jerarquía en las posiciones secundarias; el primer debate de 1994 lo ganó Diego Fernández de Cevallos, pero Zedillo ganó la elección; en el 2000, Fox contó con la exigencia de Clinton para promover la alternancia, la campaña del “voto útil” de la izquierda lo favoreció y el debate lo reafirmó; en el 2006 la ausencia en el debate de Andrés Manuel, favorito de las mayorías, pero sólo favoreció a Calderón, a quien le dieron el triunfo en las casillas; también en 2012 el proyecto de imagen difundido por medios afianzó a Peña Nieto en los cómputos electorales, hasta llegar al hartazgo de la corrupción del neopriismo para favorecer al tributo a la perseverancia de Andrés Manuel.
Promulgación Constitucional.
Toda la experiencia histórica y del presente de los métodos de renovación del poder de la Nación antes de una consulta se trata de un hecho del mismo poder.
Eso explica el refrendo de Claudia Sheinbaum en el debate, donde se mantiene al frente.
Un hecho revelador es la presencia publica del candidato de Movimiento Ciudadano, Jorge Alvárez Maynez, quien dejó sentir su capacidad de tribuno parlamentario, como proyección de la política necesaria.