Escribe: Javier Lozano

Hace unas semanas buscaron penetrar en la inclinación monumental que posee Cristóbal Arias Solís para abanderar las boletas de las elecciones intermedias del 2021, cómo uno de los rostros que ha recobrado un posicionamiento que ha surgido nuevamente como un referente histórico; este dinamismo, no solo se contempla por un factor medular que son los altos índices cuantitativos de todas las encuestas que lo colocan en primer lugar, sino, por la imagen que sabe con exactitud toda las carencias que deben ser atendidas porque ha mantenido el contacto directo con las sociedad desde décadas. (Eso es inocultable)
Por ello, la cobertura mediática se agrupó e intentaron desestabilizar el arrastre que ha consolidado el senador como la carta más fuerte rumbo a la gubernatura del 2021 en Michoacán. Ante ello, el elemento común fue utilizado por un flujo de fabricaciones que fueron usadas a impactar directamente en la confianza que han depositado en las encuestas. Eso, resaltó que la difusión maquillada de textos tergiversados fuese el principal motor mediático para incidir en la opinión de los diversos sectores. Sin embargo, los mensajes quedaron aislados, porque no capitalizaron la idea absurda de fragmentar el avance gradual del legislador.
Seguramente, la desilusión de muchos y, la apagada manifestación que han jalado la animadversión que gozan de la sociedad, los hizo difundir una oleada propagandística que se extendió por distintos canales; desafortunadamente, esos mecanismos propagandísticos para aquellas personas que estuvieron perpetrando estas acciones, provocaron qué la fuerza de Cristóbal Arias Solís tomara más impulso. Paradójicamente, esta surgiendo una respuesta similar a todos aquellos capítulos que protagonizó Andrés Manuel, quien fue objeto de una guerra sucia con el objetivo de influir en lo que finalmente ocurrió: una victoria arrolladora.
Ante ese momento, existieron dos manifestaciones que traían inherente un mensaje que sería imposible no poder descifrar. A pesar de que el escenario de Palacio Nacional fue el marco para atender a los senadores de Morena, observamos a Cristóbal Arias Solís, recibir una muestra gentil y hasta cierto punto empática sobre la confianza del presidente al legislador; asimismo, una misiva qué el vínculo desde las distintas atribuciones, está fortalecido por la agenda paralela que han emprendido ambos poderes a través de un programa reformista denominado: la cuarta transformación.
De la misma manera, se exhibió la cercanía de una de las figuras que dispone mayor confianza desde años. Ricardo Monreal es una de las piezas claves del engranaje del presidente. Esto nos hace repensar que la consolidación y el respaldo canalizaron la intención amorfa de difamar al senador. Asimismo, apareció la presencia quizá, del personaje más sustancial de la cuarta transformación, Marcelo Ebrard. De entrada, lo hizo acompañado de Cristóbal Arias Solís, como parte de los trabajos de la plenaria de la columna de Morena en el Senado; evidentemente, estas actividades generaron rápidamente el espaldarazo para reforzar y dejar claro que el legislador por Michoacán, posee un enorme apoyo. Quedó confirmado también, que la imagen del oriundo de Churumuco, moviliza una fuerza suficiente, que de igual forma, ha dependido muchísimo de las cualidades que reúne Cristóbal.
Lo anterior, se ejerció con mayor firmeza porque Arias Solís, están generando en el Estado, una corriente de opinión que lo ha catapultado a figurar en todas las instituciones encargadas de levantar sondeos y evaluaciones, alrededor del rostro más predominante; esto ha influido, a consolidar esa dirección que se ha podido entender hasta ahora, como esa concepción que propicia ya una reflexión y un análisis muy consciente de que el senador por Michoacán, reúne y está a la altura de ser el candidato para abanderar a Morena en las elecciones del 2021, donde por razones obvias, no hay ninguna duda que el momento decisivo que vive, prevé una fuerza avasalladora y escalada; algo así como aquel episodio del 2018, en el que históricamente la oposición fue aplastada. (La transición es inminente)
Ese comportamiento que observamos desde Palacio Nacional, así como el acompañamiento de Marcelo Ebrard junto a Cristóbal Arias Solís, no es obra de la casualidad, sino de la causalidad de la identidad que ha tomado un papel sustancial nuevamente en la vida sociopolítica de nuestro Estado. Eso nos indica dos cosas: que la reagrupación al escenario político transita con mayor nitidez, como una remembranza de los años maravillosos del senador en Michoacán, el cual, le otorgaron el éxodo que ha florecido una vez más (el Ave Fénix); y en segunda, podemos realizar una evaluación con fundamento, que el inmejorable posicionamiento de Solís, se combinó con la firmeza de un discurso visual proyectado gráficamente por el espaldarazo de López Obrador. (Una imagen dice más que mil palabras)
Asimismo, pude descifrar que el referente muy probablemente gira en torno a la figura de Cristóbal Arias Solís. Por ello, comprendemos esa desesperación y esa ansiedad de pretender atacar al rostro puntero de las encuestas; además, no pueden ni meter las manos en esa dirección que cada vez es más sólida. No obstante, esto es común, sin embargo, a pesar de anhelar capitalizar la atención a través de la fabricación y la difamación; eso, ha recobrado mayor empuje porque evidentemente la sociedad ha pasado a un terreno de conciencia que se contrasta rápidamente con la irresponsabilidad de querer permear y protagonizar un interés mediático.
Indudablemente Cristóbal Arias Solís a traviesa su mejor momento; lo viene haciendo desde hace tiempo puesto que así lo fundamentan los sondeos. Por ello, es dificilísimo intentar dividir e incidir en virtud que, la característica principal en los ejercicios ha sido constante, uniforme, y se sostiene porque la guerra sucia será una emulación de 2018, donde más fortalecían a una imagen al querer debilitarla. Eso me recuerda a la tendencia provocada contra AMLO; a pesar de ello, nunca ocasionaron una fractura que originara desestabilidad; por el contrario, observamos una oposición endeble, frágil, desesperada y derrotada moralmente.
Cristóbal Arias Solís posee una alta supremacía en las encuestas; es claro que es dificilísimo tener injerencia por la lucha; constantemente el senador aparece con una ventaja holgada, hasta con los mismos: actores que pueden figurar, porque se ha recabado información que nos permite retroalimentar una vez más que la viabilidad y posibilidad del legislador, son inmensas.
Notas Finales: para Morena, Michoacán representa la joya de la corana. Es decir, arrebatarle el último bastión al PRD, constituye un hecho sustancial, que evidentemente está en el pensamiento del propio presidente Andrés Manuel López Obrador, que coincidentemente, es el lugar donde más popularidad goza. Entonces, saquen sus propias conclusiones; yo lo hice ya…..