Hugo Rangel Vargas

No era Trump, tuitero por excelencia, quien irrumpía en la agenda de la opinión pública para darle un vuelco. En esta ocasión fue el presidente López Obrador quien fijó un punto de rompimiento después de la Cumbre de Líderes de Norteamérica y quien mantiene a los comentócratas debatiendo. Sí, aquellos que consideraban que el tabasqueño iría a recibir un “jalón de orejas”, hoy están partidos en dos, gracias a ese post presidencial.

“Impulsar un programa de inversión productiva para sustituir importaciones”, escribió López Obrador en su cuenta de Twitter y los analistas de todo signo político reconocieron el acierto del mandatario.

Aquello tan añejo, tan distante en el tiempo y tan anacrónico como la sustitución de importaciones, y que provocó el llamado “milagro mexicano” de la década de los 50 a los 60, vuelve a resurgir. Hoy AMLO no es tan populista, ahora aparece como un visionario para algunos que han visto caer a pedazos la globalización, tendencia en la que la pandemia solo resultó un catalizador que la llevó a tocar fondo.

El llamado “nearshoring” está siendo estimulado por la desarticulación de las cadenas de abasto y suministro a nivel global, mismo que provoca que crezcan los costos de transporte, puesto que algunas regiones del mundo aún no reactivan sus plantas productivas. Si antes de la pandemia se aprovechaba la mano de obra barata de Asia o algunas otras regiones del mundo para producir autopartes de automóviles que, por ejemplo, se ensamblaban en México; hoy sin la vacuna disponible para esos países, el regreso a las fabricas y el abasto de esos suministros es imposible.

Biden convocó a esta reunión urgente e inusual. Perdió Virginia y está a punto de enfrentar una derrota en la próxima elección del parlamento. Se acerca la navidad y los norteamericanos no tienen regalos en el anaquel, muchos aún siguen sin empleo. Ofreció resolver la economía y la realidad lo ha rebasado. Hoy sabe que ocupa cerrar filas con sus socios del T-MEC. ¿La reforma eléctrica?, ¿”la democracia en Cuba y Venezuela” ?, esas preguntas pueden pasar a segundo término, Biden ocupa ganar elecciones y AMLO lo supo leer.

López Obrador está ofreciendo un salvavidas a la economía norteamericana. Cerrar filas frente a China, incluir a América Latina, producir en el continente los suministros básicos para el funcionamiento de la planta productiva, lanzar hacia el sur de América una mirada de dignidad.

Para ardor eterno de la derecha, López Obrador hoy fijó agenda con un tuit y lo hizo desde Washington.