Por: Celeste Orozco
En medio de la tensión entre el gobierno de EUA y Canadiense posterior a la cumbre del G7, el futuro del TLCAN parece incierto. En dicha cumbre donde se reúnen países de gran relevancia en materia política, económica y militar, conformada por Canadá (país que fue sede de dicha cumbre), EUA, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y Japón, el mandatario estadounidense expresó su intención de imponer aranceles a las importaciones de aluminio y acero. Desde la toma del mando del presidente ha tomado decisiones de manera unilateral enfrascándose solo en su opinión que en muchas ocasiones carece de sentido ocasionando múltiples roces con otros gobiernos y una gran desaprobación por su forma de expresarse ya que demuestra un latente clasismo, racismo y machismo.
Posterior a la cumbre, el primer ministro canadiense y el presidente de Estados Unidos acordaron la renegociación del TLCAN, petición exigida por Trump, ya que considera que el gobierno de Estados Unidos ha sido muy benevolente en los acuerdos, para esto ya se ha puesto fecha y se retomarán las charlas el 26 de Julio con el secretario de economía Idefonso Guajardo quien considera que lo ideal, es terminar con el TLCAN antes de que el gobierno Obradorista tome posesión. En repetidas ocasiones el presidente Trump ha mostrado su inconformidad hacía los acuerdos con México y su total desagrado hacia los inmigrantes ilegales procedentes de este país.
Cabe aclarar que al parecer, el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, es de su completo agrado y hasta ha señalado que siente cierta similitud con él, situación que en realidad no parece del todo un cumplido pero seguramente será de gran ayuda en la replantación del TLCAN, fuentes cercanas al mandatario estadounidense han afirmado que se refiere a él como “Juan Trump”, esperemos que esta similitud que parece haber identificado a Trump con López Obrador sea en beneficio de la economía en ambos países.
Lo que es cierto es que urge un replanteamiento del Tratado de Libre Comercio, ya que a 24 años de su implementación, si bien la inversión extranjera ha crecido de manera abrupta, esto es en gran parte por las malas prestaciones y bajos sueldos que los inversionistas extranjeros encuentran en México, agregando a esto que en un principio el tratado también fue implementado con el fin de tener un mercado más amplio y de mayor calidad la realidad es que muchos de los productos no cumplen con las normas básicas de calidad y nos convertimos en basurero de las grandes industrias. Aunado a ello la inflación en México que ha llegado a un alarmante 598.5% mientras en Canadá y Estados Unidos 52% y 69% respectivamente, aquí no vale culpar al vecino ya que ha sido la mala gestión y la corrupción lo que ha llevado a México a esos números rojos, cabe mencionar que para combustibles el incremento ha sido mayor al 1,100%, como en todo se deben ver ambas caras de la moneda ya que en materia tecnológica y de telecomunicaciones si se ha registrado avances como la eliminación del cobro por larga distancia, por mencionar uno.
Quedamos a la expectativa de ver qué rumbo tomará nuestro país y con la esperanza de que el gobierno entrante logre mejores acuerdos internacionales que el que está por salir, quien desempeñó un papel que dejo mucho a desear.