Escribe: Javier Lozano
Ahora resulta que los diputados Erik Juárez y Miriam Tinoco, gozan de una experiencia acumulada y brutal para dar cátedra desde la tribuna sobre el sistema y ejercicio legislativo. Ante ello, el diputado Blanket arremetió su frustración contra el presidente de la mesa directiva del Congreso Antonio Madriz Estrada, a quien le llamo: iletrado e inexperto. El surgimiento de esa premisa, radica en la asediada elección por la titularidad de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, que se ha convertido en moneda de cambio y negociación entre los grupos internos del poder.
Ya todos sabemos— la revuelta que se organizó cuando inflaron la votación de 40 a 44 votos.
Quizá lo que más me causa estupor, es precisamente que los dos legisladores son—pieza fundamental de la fragmentación y descenso del PRD; paradójicamente muestran según ellos: civilidad democrática y madurez, cuando en teoría— jamás han aportado nada en las crecientes necesidades de los diversos sectores (populares). La Caída del PRD, fue producida también por ellos; porque su nula capacidad operativa— fue mermada por una encrucijada por los espacios del poder y las prerrogativas; asimismo, no fueron capaces de cumplir con una congruencia ideológica; por tanto, nunca estuvieron a la altura de las demandas que insoslayablemente se requieren; son tan grandes los contrastes, que han llegado a confundirse ideológicamente. (se autoengañan en la simulación)
Por ello, comenzaron a tomar distancia del PRD, cuando lo exprimieron a través de negociaciones, chantajes, berrinches y una serie de confrontaciones que fracturaron su estructura a través de las tribus que operaban internamente por una lucha encarnizada por el poder; razón por la cual, saltaron a las filas de Morena; sin embargo, ahí, no han tenido una injerencia e influencia decisiva. En el panorama, solo se asoma claramente una expresión de ADN— que será inefectiva a fin de poder penetrar en las decisiones de la dirigencia Estatal y Nacional, una vez que el escenario político encauce un curso preponderante. Para comprender este clima, no hace falta descifrar que la competencia política por el 2021, indudablemente la van a querer llevar a un terreno donde posicionen a su máximo líder Carlos Torres Piña.
Sin embargo, consideramos que el rostro de Torres Piña, está comprometiendo seriamente la relación con Morena a través de sus dos alfiles. Con esto, el clima se polariza aún más, y prácticamente estaría derrumbando la “supuesta” integración a las filas de la bancada en el Congreso Local, con la finalidad de trabajar en equipo y empujar las leyes que abran la posibilidad de generar mejores condiciones. Miriam Tinoco y Erik Juárez han devastado y desbaratado una columna vertebral fuerte desde el legislativo, y le han apostado al elemento conservador y al viejo legado tradicional que fue el principal motor para pulverizar al perredismo en Michoacán.
De ahí, han robustecido su carrera política, porque siempre se han mantenido a expensas de lo qué Carlos Torres Piña pueda negociar para— ellos. De ahí han sacado provecho; lo han demostrado cuando se divorciaron del perredismo. Las discrepancias qué han comenzado a surgir, abren la brecha a suponer que esa será su narrativa a fin de arrastrar una influencia en la toma de decisiones de Morena. Amplios sectores del Movimiento Regeneración Nacional en Michoacán, los miran como oportunistas que— se han sujetado de una plataforma política, el día que observaron el desgaste y la crisis mayúscula del PRD.
Es obvio que la metamorfosis y la apariencia política de Miriam Tinoco y Erik Juárez Blanquet, ha escalado de forma sustancial, ya que persisten abismalmente en anteponer sus intereses por muchas razones que nos llevan a identificar que el pragmatismo que poseen, es parte de una fabricación ideológica, o simplemente, una simulación que no ha rendido frutos. La causa y el eje central, es qué giran siempre bajo la sombra e inercia del liderazgo de Torres Piña.
La dirigencia Estatal y Nacional, debe evaluar que estos perfiles tengan acceso en los comicios internos del partido, ya que lo único que van a provocar, es friccionar el esquema a fin de absorber partida de ello. Esa es su visión y su pedagogía ante los sobresaltos que provocan. Incesantemente hemos sido testigos que varios personajes qué se abrazan de la izquierda, porque han obedecido al exceso de sacar provecho de las estructuras a las que han pertenecido. Sin embargo, han sido fuertemente cuestionados por la sociedad, por su cuasi— transparencia con la que se conducen ¿Por qué tanto interés en la CEDH?, los observé muy inquietos el primer día de la elección ¿Tendrían ya amarrado algún acuerdo?, ¿por qué esa ansiedad? Eso únicamente mina cierta incertidumbre en las intenciones de su máximo mentor Carlos Torres Piña. El común denominador sería que tiene dos delfines que envanecen su figura, y se ensalzan al estiló más antidemocrático de formular política. Estos elementos, evidentemente aceleran el descenso de su líder el diputado federal, ya que han creado una atmósfera exacerbada que va precipitando un sendero emulado de todo ese aprendizaje que prendió la alarma en el PRD.
Esto no abona nada en la relación de Carlos Torres Piña. Si, eso hace suponer que será un capitulo más del proceso que viviremos en 2021.
En resumen, Miriam Tinoco y Erik Juárez Blanquet se alzan y simulan un comportamiento de un andamiaje político al que han sabido aprovechar ante las bondades que oferta la política. Se autoengañan, porque nunca han representado aquellos sectores sociales que en consecuencia permanecieron excluidos por un gobierno; ellos fueron parte, y canalizaron su indiferencia por la despreocupación que radica la comodidad de ser diputado plurinominal. Así, han navegado y transitado por esa franja que fluye por los mecanismos y herramientas al imponer espacios.
“Por cierto” Erik Juárez Blanquet solicitó— transparencia en los procesos de la CEDH, cuando ellos son actores medulares que despedazaron al PRD; asimismo, perdieron credibilidad a la hora qué— llamaron a votar por “Michoacán al frente”; esa ruptura ideológica— dejó al desnudo la descomposición progresista a la que dicen abanderar. Que hipocresía y cinismo. Han dado muestra de eso y más.
Se visualiza una fuerte fractura con el grupo de ADN, que muchas veces se han aprovechado de sus posiciones para negociar; el golpe devastador pudiera llegar el próximo año, ya que dependen inminentemente de Carlos Torres Piña; sin embargo, su líder se encuentra atrapado con el tema de las encuestas; en proyectar y posicionar su imagen; y luchar contra corriente con una militancia de Morena que ha mostrado su rechazo abierto por algunas figuras cercanas al diputado federal.