Por Christián Gutiérrez.

Morelia Michoacán a 18 de mayo de 2021.- Sin duda, se notó que más días de campaña y más debates, les han dado know how (conocimiento práctico) sobre política y comunicación, a la y los candidatos a la gubernatura de Michoacán. Unos lo han aprovechado más que otros, y sus equipos de campaña también han avanzado, unos más que otros, desde luego.

Del debate organizado por el Grupo Morelos (periodistas de Michoacán), obtuve algunos elementos para analizar la imagen personal y los tres lenguajes humanos, de los que aspiran al cargo de Gobernadora o Gobernador de Michoacán.

En lo personal, me parece indispensable conocer cómo comunican los políticos; simplemente, no hay política sin comunicación y ésta, debe ser profesional y de ser posible, evolucionar hacia lo que ya es utilizado en países de primer mundo, como el neuromarketing político y la neurocomunicación política, ¿por qué? porque los políticos pueden ser mucho más persuasivos.

Les comparto lo que aprecié:

Carlos Herrera Tello (Equipo por Michoacán PAN, PRI, PRD).

Imagen personal:

Se presentó vestido de manera correcta. Es delgado y la ropa que usa es de tamaño adecuado. Regresó a su atuendo “juvenil”, lo cual, sin duda, también genera polarización en emociones y sentimientos de la gente: o agrada que sea un “chavorruco” con piel de Gobernador, o se piensa que no toma en serio el cargo que busca.
Lenguaje verbal (lo que dijo):

Insistió en que “caminará de la mano del Presidente López Obrador”. Sin duda, en su bunker han sabido trabajar la conversión de una amenaza, a una oportunidad. Es un acierto.
Sus respuestas a los ataques fueron visuales por momentos, claras en datos, cifras y hechos.
Insistió en tratar de generar una asociación entre el candidato del Morena-PT Alfredo Ramírez Bedolla y Leonel Godoy Rangél, candidato a diputado federal por esta misma alianza.
Su discurso eludió los ataques de Cristóbal Arias y de Ramírez Bedolla. En su cuarto de guerra tienen claro que llegó el momento de concentrarse en el rival con el que disputará la gubernatura: Alfredo Ramírez Bedolla.
Lenguaje Paraverbal (cómo lo dijo):

Sus tonalidades de voz fueron correctas. Es un político que suele ser emocional y su cuerpo entero somatiza bien las emociones. Su cuerpo comunica bien, en términos generales. Habló con ritmos correctos y no se desfasó en sus tiempos; habló con volúmenes adecuados, con pausas y silencios correctos.
Lenguaje corporal (lo que comunicó su cuerpo):

Lo han pulido para hacer gestos con sus manos y brazos, lo cual le ayudó a transmitir emociones, generar sentimientos en la gente y hacer énfasis en fragmentos de su discurso. Sin embargo, en ocasiones cruzó los brazos en temas especiales y esto le restó asertividad por momentos. Pondré atención para saber en qué momentos cruza los brazos y cierra oportunidades reales de diálogo.
Alfredo Ramírez Bedolla (Morena, PT).

Imagen personal:

Fue un error no confeccionarle trajes y comprarle camisas para los debates de la campaña. Viene utilizando los que ya tiene, con seguridad. En un debate anterior, se mostró pasado de peso, con un saco “justo”, pero ahora, se presentó con un saco grande, sobre todo, su camisa estaba grande de los puños.
Se quitó la corbata, lo cual me pareció un acierto. Es joven y una imagen sin corbata lo aligera, sobre todo porque el mensaje que maneja, termina generándole una asociación con el adulto mayor, Andrés Manuel López Obrador.
Lenguaje verbal (lo que dijo):

Su discurso dejó de ser, por momentos, una copia del discurso de Andrés Manuel López Obrador, aunque también por momentos regresó a los conceptos, las palabras y los lugares comunes de López Obrador. Se nota que sigue apostándole a la fuerza del Presidente de México.
Su discurso sobre los feminicidios fue improvisado y vacío. En contenido, a pesar de tener experiencia legislativa, fue muy pobre su discurso en este rubro.
Decidió concentrar sus ataques en Carlos Herrera Tello, lo cual refleja su deseo de disminuir al que considera su rival a vencer.
Lenguaje Paraverbal (cómo lo dijo):

Las tonalidades de su voz fueron correctas en general, y las velocidades también, aunque se le notó que aún no trae ritmo de campaña. En ocasiones le temblaba la voz, lo cual, comunicando ansiedad.
Lenguaje corporal (lo que comunicó su cuerpo):

Ante el carrusel de preguntas de los periodistas, se ancló para desahogar el estrés que estas preguntas le generaban, es decir, tomó todo el tiempo su pluma. Con este distractor jugueteaba al responder, lo que hacía de manera inconsciente. Salvo que se tenga entrenamiento en comunicación y lenguajes, esto se puede eliminar o controlar. Al tomar su pluma, este candidato comunicó ansiedad, nerviosismo y estrés, y eso lo detectó con seguridad el cerebro de las personas que lo vieron.
Cometió un grave error y comunicó de manera inconsciente sus sentimientos. Al decir, “yo estoy del lado de López Obrador”, agachó la mirada hacia el pódium. Esto en realidad, comunicó que miente, sobre todo, que no se siente seguro al decir esta arenga. Con seguridad, este error lo entrenará y no lo repetirá, pero me parece que ya comunicó que se siente incómodo “presumiendo” a López Obrador.
Mercedes Calderón (Movimiento Ciudadano).

Imagen personal:

Mejoró respecto a los anteriores debates. Por fin atinaron en el asesoramiento de su ropa y accesorios. Colores apropiados que la hicieron proyectar fuerza y le acentuaron sus atributos físicos.
Lenguaje verbal (lo que dijo):

Abandonó su discurso académico y de profesora, sin embargo, por momentos su discurso estaba lleno de contenido y no aterrizó ideas completas. Varias veces se la comió el tiempo. Sin duda, no entrenó. Un candidato debe ensayar y no apostarle a que “sabe mucho” y “sabe hablar”. Se deben cuidar todos los detalles.
Desaprovechó parte de su discurso para posicionar su mensaje discursivo. Enfrascarse de manera “personal” con Cristóbal Arias, le imposibilitó mostrar diferenciadores de su marca. Su discurso se centró mucho en su perfil y en no tener presuntos nexos con “padrinos”. Un problema que mostró, es que trataba de convencer de sus buenos resultados, pero al cerebro humano hay que demostrárselo. Lo dije en la anterior columna: una regla básica de neuromarketing es que, para persuadir, se utiliza la tangibilidad.
Lenguaje Paraverbal (cómo lo dijo):

Su dicción se mostró deficiente, por ejemplo, llegaba a decir: “orita”, en lugar de “ahorita”. En este rubro falló con frecuencia. No hablar de manera correcta, es común en todos nosotros, pero se debe entrenar, porque en una candidata es muy negativo.
Su tono de voz fue “agudo-chillón”. Durante la campaña, nunca la han preparado para respirar con el diafragma y proyectar con mejor fuerza su voz.
Lenguaje corporal (lo que comunicó su cuerpo):

No supo utilizar y aprovechar sus manos. Los gestos con manos y brazos son poderosos, pero no los usó para hacer énfasis en partes de su mensaje discursivo. Es bajita y el pódium le quedó muy arriba, de ahí el no poder ver sus manos y brazos. Este fue un error de su equipo de campaña, por no pedir un banquito que la elevara.
Cristóbal Arias (Fuerza por México).

Imagen personal:

Fue vestido ligero, jovial, no juvenil (no lo es), pero tampoco con el clásico y frío traje. Esto fue un acierto en el candidato.
El color negro en él, después de varios días de sol, lo hace ver muy obscuro. La colorimetría no la saben aprovechar en su equipo de campaña.
Lenguaje verbal (lo que dijo):

Sus discursos en contenido, fueron regularmente acertados.
Sus golpes a Ramírez Bedolla, por momentos fueron interesantes, sobre todo respecto a los presuntos vínculos que tiene con políticos “mal vistos”, sin embargo, la retórica del propio Cristóbal lo descarriló. Al golpear a Ramírez Bedolla y luego chacotear, le provicó un sabotaje así mismo.
Concentró parte de su discurso en atacar a Carlos Herrera, tratando de generar una asociación entre Herrera y el Gobernador Silvano Aureoles.
Lenguaje Paraverbal (cómo lo dijo):

De manera inaudita, uno de los problemas que mostró en esta ocasión fue las tonalidades en su voz. Se notó que está más asesorado, sin embargo, lo “maniataron” demasiado. Es un personaje que arranca los debates “frío” y al principio se escuchó “flat” (plano en tonos), aburrido y eso imposibilitó que mostrara una de sus fortalezas: Cristóbal es emocional, histriónico.
Sin duda, dejó de transmitir emociones. Su asesoría no es la correcta porque no calibran bien sus fortalezas y sus debilidades.
Se descompuso cuando la candidata Mercedes Calderón lo “golpeó” con el tema de apoyo a las mujeres. Se notó que este tema lo desquicia y regresó su naturaleza “pandilleril”, al agredir sin piedad a la candidata Calderón. Se notó que disfruta al humillarla.
Lenguaje corporal (lo que comunicó su cuerpo):

Sin duda, de los mejores en el debate. Sus gestos con manos y brazos acompañan con naturalidad sus palabras. Esto le ayudó, sin embargo, lo que ganó con este lenguaje, lo restó con el lenguaje paraverbal.
Por momentos estuvo forzado su lenguaje con las manos. Por ejemplo: mostraba las palmas de sus manos, porque alguien “le dijo” que eso comunica transparencia. Trató de mostrar que está “limpio”, pero ese gesto tendría que ser natural y no forzado. Es de inocentes pedirle y hacer que muestre las palmas de las manos.
Juan Antonio Magaña de la Mora (Partido Verde Ecologista).

Imagen personal:

Decidió cambiar el color de su corbata, lo cual fue bueno. Dejó el verde, por uno rojo, que comunicó mayor fuerza.
Su traje y camisa bien, de tamaños adecuados y pulcros.
Lenguaje Verbal (lo que dijo):

Ahora, contrario a lo que venía presentando, su discurso dejó de ser jurídico, normativo, lo cual es bueno y malo. Malo, porque dejó de lado su fortaleza discursiva y bueno, porque le permitió mostrarse desde otras perspectivas.
Lenguaje Paraverbal (cómo lo dijo):

En ocasiones se atropelló con su discurso. Los periodistas lo abrumaron con preguntas y este candidato se aceleró en la velocidad de sus respuestas y de su voz.
Su voz fue entrecortada, cuando le preguntaron por su patrimonio. En este tema se le notó impreciso, no muy abierto a hablar con claridad. Aquí hay un flanco abierto para que le peguen en la campaña.
Lenguaje corporal (lo que comunicó su cuerpo):

Mejoró con las manos, aunque poco, porque utilizó la mano derecha con mayor frecuencia. Esta es un área de oportunidad para este candidato.
¿Quién ganó el debate?

Ahora aprecié más quien se desenvuelve mejor en los debates, y la idea de esta serie de columnas, es dialogar con ustedes mostrándoles lo que veo de la candidata y los candidatos, desde dos perspectivas profesionales: la comunicación y el marketing que, en mi opinión, son el 50% de una campaña electoral; el resto, es la política y movilización por tierra.

Carlos Herrera, desde mi óptica, ganó el debate. Lo noté entrenado y aún presenta avances en su comunicación. Desde luego, tiene áreas de oportunidad y cosas por mejorar.
El segundo lugar se lo daré a Juan Antonio Magaña de la Mora. Me parece que demostró un avance interesante respecto a los anteriores debates. Es un tipo estudiado y astuto, y lo más interesante, lo notó abierto al aprendizaje.
El tercer lugar se lo daré a Alfredo Ramírez Bedolla. Me pareció muy débil. Si no existiera López Obrador, alguien que no esté enterado de la política, no lograría identificar que Ramírez Bedolla es el candidato del Morena-PT. Lo vi sin personalidad de marca y sin comunicación sólida. La personalidad de marca se obtiene antes de salir a campaña y es un proceso de marketing que vale la pena hacer de manera profesional.
Cristóbal Arias, se lleva el cuarto lugar. Regresó a su perfil pendenciero y golpeador. Evidentemente trató de llamar la atención golpeando a los candidatos Carlos Herrera Tello y a Alfredo Ramírez Bedolla, sin embargo, lo ignoraron. Tiene fortalezas, sin duda, pero tiene demasiado arraigado su estilo viejo de oratoria y retórica. Es su propio verdugo. Está fuera de contexto en comunicación y marketing político.
Mercedes Calderón, en mi opinión, se estancó. Me parece que la sacaron de concentración con señalamientos precisos. No logró defenderse con solidez, pero tampoco se concentró y se dio el tiempo para posicionar su mensaje discursivo. No ha logrado aterrizar su mensaje rector de campaña.
Por último, quiero darles un tip a la candidata y candidatos para que lo utilicen en su campaña, si les conviene: al hablar de que, “solo hay de dos sopas, etc”, digan que una es, sopa amarga y la otra es sopa saludable”.

Ya después les explico qué efectos generarían en el cerebro de las personas, con esta idea en la que se aplicaría neurociencia en la comunicación.

* El autor es consultor, estudia la maestría en Comunicación, tiene estudios de doctorado en Política, de maestría en Neuromarketing, de maestría en Ciencia Política y de licenciatura en Derecho.

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