Po Padre Pistolas

– Ahora tenemos en el evangelio de San Lucas el pasaje de la transfiguración de Cristo en el monte ante sus 3 discípulos consentidos, Pedro, Santiago y Juan y con Moisés representando la ley y con Elías representando a los profetas, en una nube y con las palabras del padre celestial: “este es mi hijo bien amado, escúchenlo” igual que cuando Cristo se bautizó.

– San Pedro lo único que acata es en permanecer en ese espectáculo haciendo tres casitas.
– Lo más importante es que Cristo se manifestó visiblemente antes de su muerte en la cruz y antes de su resurrección, mostrándoles un poquito de su gloria para que aguantaran vara ante el terrible espectáculo de su muerte.
– Nosotros, obispos, sacerdotes y cristianos también debemos demostrar de forma visible y patente con hechos, la fe que tenemos en la resurrección de Cristo y en la resurrección nuestra y no reducir nuestra pastoral a predicar hermosamente, pero sin obras de caridad que nadie ve y que no convencen a nadie.
– Para poder convencer a los fieles de que se conviertan como San Mateo que dejó la mesa de los impuestos o como San Agustín que dejó al mundo de la emperatriz de Roma, a su mujer y a su hijo y se convirtió en uno de los 5 santos más influyentes, o como Pablo que dejó de perseguir a los cristianos haciéndose apóstol o. como tantos amigos míos que dejan a las mujeres ajenas, a la borrachera, andar robando y a llevarse bien con su mujer e hijos, necesitamos que nos vean ser respetuosos con las mujeres a no andar tras el dinero a dejar el alcoholismo, que ahora se ve desde el seminario, a tratar amablemente a los feligreses, pero sobre todo que seamos desprendidos y caritativos, alguna vez fui a celebrar una misa y a bendecir una fábrica y a la hora de la comida el dueño me dio $100.00 y me dijo que le garantizara su salvación y le contesté; si me dieras la mitad de la fábrica le haría la lucha, pero por mendigos $100.00 mejor métetelos por el trasero y aquí traigo $500.00 mas por si te caben.
– El poder y la riqueza nos impiden ser humildes y nos llenamos de necedad.
– Escuchar y obedecer van de la mano.
– La gloria va siempre junta con el sacrificio y algunos viven como enemigos de la cruz de Cristo.
– Jesús muere para entrar en la luz de la resurrección.
– Pues si Teofilito, el enemigo más grande que tienes es tu alcoholismo, dice el Padre Pistolas
– ¿Padre no dijo usted el domingo que teníamos que amar a los enemigos?
– Si, amarlos, pero no tragarlos, menso.
Que Dios los bendiga