Morelia, Michoacán, a 06 de noviembre de 2024. Los hechos de violencia, como la quema de vehículos por parte de presuntos grupos de la delincuencia organizada en la zona oriente de Michoacán y en municipios cercanos a Morelia, constituyen un desafío claro al Estado, afirmó Memo Valencia, presidente estatal del PRI, ante los cuestionamientos de los medios de comunicación.
Indicó que es necesaria la operación de la autoridad, porque las células criminales han escalado en sus métodos para causar terror entre la población, “utilizaron esos ponchallantas que antes veíamos en las noticias que los utilizaban allá en Tamaulipas, en la zona fronteriza y aquí no”, opinó el líder partidista.
Confió en que estos hechos se pudieran tratar únicamente de la reacción de los supuestos delincuentes a acciones implementadas por el gobierno federal y del estado, y no como una respuesta a la falta de políticas públicas en materia de seguridad por parte de las autoridades.
“Si se está atendiendo, pues van a reaccionar de manera violenta como ésta, pero ojalá haya sido eso y no una muestra nada más de seguir desafiando a la autoridad como lo han venido haciendo”, mencionó.
Sobre el tema del municipio de Cotija, donde el presidente municipal no ha podido ejercer su mandato por el cual fue electo, Memo Valencia lamentó nuevamente que el gobierno del estado y el propio Congreso de Michoacán, estén ocupados en resolver si la firma del documento donde pidió permiso el edil para ausentarse es legítima, y no en acudir a resolver los problemas que vive la población.
“El pueblo está inseguro, en Cotija están matando a la gente y al gobierno le interesa más, al Poder Legislativo le interesa más si la firma es apócrifa o no. No, señores, hay que ir a Cotija, hay que ir, hay que levantar la voz, hay que resolver, el que tiene autoridad, el que tiene mando sobre el monopolio de la fuerza pública, que lo utilice para que resuelvan el problema de Cotija”.
El líder priista en Michoacán, insistió en que el tema de la legitimidad de la firma del presidente municipal se ha convertido en un asunto para desviar la atención de una crisis de inseguridad como la que está atravesando el pueblo de Cotija.