Por Jorge Martínez Cedillo

· La protección integral en el cuidado de cultivos comprende el combate de plagas, malezas y enfermedades que afectarían severamente los rendimientos

· El 40 por ciento de cargamentos de alimentos que no pudieron entrar a México en 2023 al detectarse plagas fueron de origen vegetal

Es indispensable que autoridades, industria y productores trabajen de forma conjunta para reforzar la sanidad vegetal de nuestro país, porque una acción integral en este tema es la base para proteger el futuro de la generación de alimentos al evitar que disminuyan los rendimientos de los cultivos.

En el marco del Día Internacional de la Sanidad Vegetal que se conmemora el 12 de mayo, la Unión Mexicana de Fabricantes y Formuladores de Agroquímicos (UMFFAAC), destacó que nuestro país, cuenta con 25 millones 703 mil 81 hectáreas de superficie agrícola; sin embargo, en 2022 sólo se sembraron 21 millones 635 mil 876 hectáreas según el último censo Agropecuario.

Esta frontera agrícola no puede expandirse porque afectaría el equilibrio ecológico, el reto es producir el doble de alimentos para el 2050 sin modificar esta superficie y garantizar alimentos sanos para todos los mexicanos.

La Sanidad Vegetal no puede verse como un tema aislado, ya que es fundamental para la protección integral de los cultivos. Incluye el control de plagas,

malezas y enfermedades causadas por virus, bacterias y hongos que podrían reducir significativamente los rendimientos, afectando hasta un 40 por ciento la producción de los cultivos.

De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), la Sanidad Vegetal es una disciplina que utiliza una serie de medidas destinadas al control y prevención de plagas, malezas y otros organismos que generan enfermedades en las plantas, con el fin de evitar su dispersión a otras áreas a través de la interacción humana.

Por su parte, la UMFFAAC explica que la sanidad vegetal ayuda a reducir el ataque de plagas y enfermedades a los cultivos, las cuales pueden ser de origen local o externo.

En cuanto a las plagas insectiles internas, es importante destacar que, aunque los insectos siempre están presentes, sólo se consideran una plaga cuando su población aumenta considerablemente, poniendo en riesgo los cultivos y haciendo necesario su control.

La UMFFAAC destacó que los plaguicidas son productos sintéticos o biológicos, que ahora llamamos fitosanitarios. Estos solo tienen el objetivo de controlar las poblaciones de los insectos trips, nemátodos, hongos, virus, bacterias y malezas para que sus poblaciones no afecten la productividad de un cultivo. De ninguna forma se busca desaparecer especies de la faz de la tierra. Los fitosanitarios favorecen la sanidad de los cultivos.

Según cifras del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), el año pasado se rechazó la entrada a nuestro país de mil 463 embarques comerciales con más de 263 mil toneladas de productos agropecuarios, los cuales representaban un gran riesgo debido a la presencia de plagas.

Según las autoridades federales, de los cargamentos rechazados el 58 por ciento correspondió a mercancías de origen animal, 40 por ciento de origen vegetal y dos por ciento acuícolas. Con estas acciones se evitó el ingreso de 258 plagas de importancia cuarentenaria que significaban un riesgo para la producción de alimentos en México.

Asimismo, estudios en México han detectado más de 200 especies de plagas agrícolas que amenazan la productividad del campo, sin contar con las enfermedades provocadas por virus, bacterias y hongos.

Además, investigaciones sugieren que alrededor del 12 por ciento de la flora, es decir unas dos mil 800 especies vegetales, pueden comportarse como malezas y la mayor parte son nativas, aproximadamente el 70 por ciento, el 30 por ciento restantes son exóticas.

La UMFFAAC acotó que se debe mantener un combate frontal y permanente contra todos estos factores en beneficio de la producción de alimentos, ya que nuestro país tiene un estatus sanitario que le permite exportar productos agroalimentarios a más de 190 países.

El riesgo de las plagas es permanente y de no ser por los programas de sanidad vegetal que incluyen el manejo integrado de plagas (manejo cultural, químico, legal, etcétera), el tema sería mucho más complicado en México, por eso autoridades, industria y productores tienen que trabajar unidos.