Morelia, Mich a 7 de septiembre del 2021.- Inexperto y neófito en temas de seguridad pública, delincuencia organizada y narcotráfico, el morenista Alfredo Ramírez Bedolla se prepara para asumir la gubernatra el próximo 1 de octubre.

De esta forma, y en medio de una guerra que libran grupos del crimen organizado en municipios como Tepalcatepec, Zamora Aguilililla, Jacona Uruapan, Apatzingán y Morelia que ha dejado a cientos de muertos, exdiputado local, tomará las riendas del estado.

Ramírez Bedolla encargó a Ignacio Mendoza, su asesor jurídico de cabecera, que realice un mapa de los municipios más peligrosos y dominados por la delincuencia organizada, porque él no tenía ni idea de éstos.

y Según analistas, con su llegada al Gobierno del Estado la violencia en la entidad se disparará aún más, debido a la presunta ayuda que habría recibido por parte de un grupo delincuencial, y esto ha causado aún más el enojo de los contrincantes.

En la actualidad, en Michoacán son dos las organizaciones más poderosas que se mantienen en estado de guerra: Cartel Jalisco Nueva Generación y Carteles Unidos, éste último opera en Tepalcatepec y municipios aledaños, que día día combaten por el control de la zona.

En Zamora, no hay día en que no se reporten personas asesinadas a manos del hampa. Hombres, mujeres y hasta niños son obligados a integrarse al CJNG, según revela una fuente de la Secretaría de Seguridad Pública.

A estas personas se les obliga a servir como halcones, repartidores de droga o de sicarios. Todos los días se reportan ejecutados.

Y lo mismo sucede en Jacona, donde hasta hace un par de meses comenzó la matanza. Ahí, se asesina a todos por igual. No importa si son mujeres, hombres, jóvenes o y niños.

Así las cosas, Ramírez Bedolla considerado “ratón de oficina”, llegará al Poder sin que su jefe directo Andrés Manuel López Obrador haya incumplido con su promesa de traer la paz y la seguridad en Michoacán y su estrategia de “abrazos y no balazos” ha servido para dos cosas: para nada y para nada.

Y Silvano Aureoles ni que hablar, dejó que la delincuencia de a poco se apoderara de Michoacán.