Escribe: Javier Lozano
Si analizamos detenidamente y hacemos una pequeña reflexión, mostraremos una justificación de una estrategia de manipulación en contra del puntero de las encuestas rumbo a las elecciones intermedias del 2021 en Michoacán Cristóbal Arias Solís. El día viernes 24 de Enero en particular, pude confirmar tres hechos que implementaron como parte de la guerra sucia a fin de incidir en la inclinación y arrastre dominante que ha mostrado el Senador de la República, asimismo, de la fuerza que ha reunido aquel éxodo de 1986.
En primer lugar, circularon diversos artículos que vale la pena mencionar, ya que ni siquiera estaban firmados por algún autor; a ello, varios medios digitales estuvieron replicando una supuesta resolución: de la comisión de justicia de Morena a nivel Nacional, donde imposibilitaba de cualquier intención u derecho político a posteriori. Ese es el punto de inflexión; resulta impensable e imprescindible poder establecer que no hay por lo menos, un posicionamiento de la dirigencia. Ese mensaje muestra entonces, un formato difamatorio y manipulado en dirección a elaborar una fase de polarización y generar un clima de encono; este matiz, marcó la evidente ola propagandística para producir un efecto que, en realidad, no impactó, ni persuadió a una sociedad consiente y que ha estado a la altura de aquella ofensiva que pretendía arrinconar al ahora presidente Andrés Manuel López Obrador, porque claramente estaba provocando una avalancha masiva ante la incapacidad de la oposición. Pero, quizá lo más perturbador, es que acusaban al propio Senador de haber maltratado deliberadamente a María Ortega; ella misma, a través de un comunicado desmintió esa acción.
Entendemos que hay estrategias discursivas, pero un hecho como este, representa una ignominia lamentable y perversa.
Otro aspecto que apareció sorpresivamente el propio día, fueron las declaraciones de un dirigente, que explícitamente arremetió contra el Senador Arias Solís. Que coincidencias, o que sincronía de mensajes aparecen en escena el mismo día, y con la consigna clara de querer debilitar la creciente popularidad del puntero de todas las encuestas. Sí en la actualidad el clima que se vive en el seno centista se ha ensombrecido por dos grupos que luchan por la supremacía, eso es una connotación distinta. Qué casualidad que ese paralelismo de hipotéticas aseveraciones se relacionaron para descalificar al legislador; eso mostró los grandes contrastes de incapacidad por llevar a buen puerto un proceso plural y democrático de renovación de los órganos estatales.
Y por último, se mostró una tendencia sistemática en las redes sociales, que empujaba sin miramientos una recurrente y tergiversada información a desencadenar la efectividad masiva que ha anclado Cristóbal. Además, en varios medios digitales circularon esas versiones de mentiras y descalificaciones; es normal la puesta en marcha a fin de orquestar ese patrón de acciones, sin embargo, la concepción y percepción de la sociedad ha cambiado. Hoy en día, resulta inaceptable para las personas, ese tipo de ataques.
Si bien es cierto que en 2006 jugaron un papel preponderante en la estrategia de Calderón, en las pasadas elecciones donde la avalancha social desnudaba la animadversión por los partidos tradicionales: paradójicamente incidieron en favor del candidato Andrés Manuel López Obrador, que entre más lo atacaban, mas crecía en las intenciones. Aunque, han pasado dos años, es muy probable que ese fenómeno se repita, porque los datos han mostrado una inclinación impresionante por Morena. La guerra sucia ya no impacta; vale la pena mencionar que aquellos que quieren sembrar la incertidumbre y el miedo, son los mismos que arrastran el legado de podredumbre y, que hicieron posible, que la decadencia de sus partidos, llegara a una ruptura, tal y como se comprobó en aquel histórico triunfo de Movimiento Regeneración Nacional.
Con la finalidad de comprender estos acontecimientos que han articulado un proceso negativo, es sencillo descifrar que para posicionarse y sumar algunos puntos, hay que atacar a la imagen puntera de las encuestas. Pero, a fin de cambiar el rumbo, resulta dificilísimo ya que el camino refleja una decadencia gradual de un bloque de figuras que vienen orquestando un papel no solo decadente, sino sombrío por la falta de liderazgo y sobre todo, porque no generan confianza. Quieren capitalizar cualquier herramienta y estrategia, pero no encuentran resonancia ya que la ventaja que posee Cristóbal es abismal, holgada, mayúscula.
Es una mala apuesta comenzar a querer dividir y atacar al rostro puntero. Hay que rememorar que esa fue la razón que posicionó altamente la posibilidad de que Andrés Manuel se instalara en Palacio Nacional; ese momento clave puede tornarse decisivo en Michoacán, porque este territorio, es uno de los que más goza influencia en las preferencias por el presidente. Asimismo, hay que recordar que las “benditas redes sociales” juegan un papel medular, y permiten desnudar rápidamente las Fake News.