Por Daniel Ambriz Mendoza
Construir escenarios de futuro nos ayuda a aliviar la incertidumbre, los planes o programas con un enfoque único dejaron de ser útiles, los cambios en el mundo se dan de una manera vertiginosa, de forma que, predecir el futuro o construirlo no es una tarea fácil, por tal motivo es necesario contar con estrategias o planes basados en diferentes escenarios, es algo similar a no depositar todos los huevos en una canasta, hacer un ejercicio de prospectiva nos es útil incluso hasta para evitar el sufrimiento o eventuales desilusiones.
En la prospectiva, los escenarios son fundamentales para la exploración de futuros posibles, son una manera de pensar el futuro donde no se ponderan probabilidades, sin que se consideran las posibilidades. En este ejercicio de planeación, las variables clave son aspectos fundamentales que nos ayudarán a fijar las rutas posibles hacia aquel escenario que intentamos llegar, para de ahí, determinar las mejores acciones a desarrollar en el presente para que nos lleven al futuro que hemos diseñado. Es un error en la vida personal, en vida la política o en el de las organizaciones, prefigurar un escenario futuro único, por lo general, en el camino se dan sucesos que hacen que las cosas no sucedan como inicialmente nos las imaginamos o como nos las prefiguraron porque si esto llegara a suceder nos desalentamos o nos sentimos engañados.
Después de las elecciones del 01 de julio del año en curso donde el proyecto político ganador prefiguró un escenario donde todo iba a ser diferente a lo hasta ahora visto, anunciando acciones que beneficiarían a todos los ciudadanos de una manera visible y contundente, hablando incluso, de una 4ª transformación del país donde habría cero corrupciones, no subiría a gasolina ni la energía eléctrica, se suspendería la construcción del Aeropuerto Internacional en Texcoco, habría amnistía para algunos delincuentes, se mejorarían los salarios de los que ganan menos, se derogaría la reforma educativa, se reducirían los salarios de los altos funcionarios, se cancelarían las pensiones a expresidentes de la República, se apoyaría con una beca a jóvenes que no estudian, se retiraría el ejército de las calles, se dejaría de utilizar los servicios del Estado Mayor Presidencial, en general, habría austeridad republicana.
Al paso de los días hemos visto que algunas variables clave que se han venido dando pueden cambiar la prefiguración inicial de los escenarios que se han ofrecido, de la propia boca del Presidente electo ha salido que, la construcción del Aeropuerto en mención se irá a una consulta, el ejército no sale de las calles de manera inmediata, la gasolina sí subirá de precio, no más que la inflación pero sí subirá; muchos funcionarios se niegan a bajarse el sueldo, prefieren renunciar en masa; sobre la reforma educativa unos funcionarios ya propuestos dicen que no se derogará, que solo se le harán ajustes, otros dicen que no quedará ni una coma de ella, un grupo de diputados dice tener iniciativas de reforma ya listas, se lleva a cabo un foro de consulta para determinar lo que haya que hacer en el campo educativo, los grupos radicales del magisterio han irrumpido con violencia en los foros, el Presidente electo los ha llamado “radicales de izquierda” y les advierte que no permitirá que rebasen su gobierno, les ofrece atención y justicia pero los invita a trabajar ininterrumpidamente en las aulas de clase, los grupos radicales se insubordinan y advierten que si no se deroga la reforma educativa no acatarán las disposiciones oficiales del nuevo gobierno, entre otras variables clave más. Esto puede cambiar sustancialmente el panorama político inicial.
Lo anterior descrito nos debe motivar a prefigurar distintos escenarios que nos ayuden a despejar la incertidumbre y nos permitan caminar sin tanto engaño. Finalmente, el gobierno del color que sea, es gobierno, y verá por los intereses de los grupos de poder que lo conforman, los trabajadores debemos buscar la unidad para poder resistir la embestida que se nos viene encima, apostarle al favor del gobierno es el peor error. Observemos lo que acontece sin tanta pasión y dejemos siempre un lugar para la duda. Al tiempo…