Por Gregorio Ortega Molina
¿Dónde sí y dónde no hay presencia del narco en la economía? ¿Quién o quiénes serán los calzonudos de combatirla, denunciarla y erradicarla? No conozco a nadie que desee regalar su vida o tirar a la basura sus sueños, así es que a estas alturas cómo saber dónde está el trigo limpio, y si va a sobrevivir en medio de las cíclicas visitas de AMLO a Badiraguato
¿Tenemos idea de cuál es el peso del narco en la economía de México? Ni siquiera sabemos de las áreas en las cuales es dominante, ni la manera en que impuso su presencia. El dinero circula, pero también la certeza de que buena parte de los mexicanos conviven con la ilegalidad, y saben que deben apechugar, porque de lo contrario no comen.
Me explican, quienes lo saben, que el narco asegura su impunidad con las autoridades locales, sean del ejecutivo, de la procuración de justicia o de las zonas militares… se las arreglan para eludir el contacto con las autoridades federales, porque los compromisos a esos niveles los amarran los jefes de jefes; lo que se rayan los recipiendarios de la generosidad de los barones de la droga, alcanza las seis cifras.
Pero además aseguran la “circulación” de los productos que ellos cultivan o son fruto de sus laboratorios. ¿Cómo saber si es cierto que a los pescadores independientes de la costa del Pacífico y del Mar de Cortés, les pagan la totalidad de su pesca con droga, y son los narcotraficantes quienes llevan el producto a los mercados locales y las empacadoras, mientras los pescadores se convierten en narcomenudistas?
El asunto del derecho de piso es necesario redimensionarlo, es un negocio que adquiere las proporciones de lo industrial y el despojo, porque cuando los dueños originales de las pequeñas o grandes empresas, de los restaurantes acreditados o no, dejan de contribuir para garantizar esa seguridad que debe proporcionar el Estado, son los narcotraficantes los que se adueñan de ellos o, para dar la imagen de que todo funciona en orden y dentro de la ley, se convierten en socios de lo que nunca debió ser de su propiedad.
¿Dónde sí y dónde no hay presencia del narco en la economía? ¿Quién o quiénes serán los calzonudos de combatirla, denunciarla y erradicarla? No conozco a nadie que desee regalar su vida o tirar a la basura sus sueños, así es que a estas alturas cómo saber dónde está el trigo limpio, y si va a sobrevivir en medio de las cíclicas visitas de AMLO a Badiraguato.
¿Sabe, la pulquérrima Raquel Buenrostro, el origen del dinero que recauda? ¿Tienen certeza las iglesias, las organizaciones políticas y sociales, las instituciones no lucrativas, de que lo que reciben y recirculan, no es lavado de dinero? A saber.