Escribe: Javier Lozano
La tenacidad de CAS
Durante esta etapa se ha logrado imponer una gran fuerza que hemos tenido la oportunidad de acompañar en el transitar de Cristóbal Arias Solís. Esos rasgos, han podido interpretar el reconocimiento y el respeto que mina por el liderazgo de su capacidad y, de su trayectoria no solo política, sino, de un ciudadano integro cuyo talento ha movilizado una concentración masiva de militantes que durante décadas— influyeron en el arrastre del hoy Senador. Pasó en 1992, 1996 y 2018— donde reactivó a un grupo de seguidores que ejercieron un efecto sustancial para posicionarlo nuevamente en el clima político.
Además de ese efecto sustancial— Cristóbal Arias Solís está realizando un importante trabajo de vinculación por los municipios y las localidades; ahí, a través de la acción propia del senador— me he percatado de las cualidades que aparecen constantemente en el legislador, con una determinante oratoria y dominio de la agenda, sobre todo, de la existente insuficiencia que todavía sigue latente en nuestro territorio. Sin embargo, eso ha sido indispensable con la finalidad— de que el Senador de Morena, vaya retomando la idea de qué a partir de esa ruta sociopolítica que ha decidido emprender— se ha enriquecido una organización que poco a poco aumenta su posicionamiento—como la carta más fuerte para abanderar al Movimiento Regeneración Nacional y ganar las próximas elecciones intermedias del 2021.
El sábado mismo— hubo un acercamiento con algunos cuadros y localidades del área de la tierra caliente de Huetamo, Benito Juárez, San Luchas y varias comunidades contiguas de esa región— a fin de implantar comités de apoyo a través de las casas de enlace ciudadano; estas, fungen un papel preponderante en la participación constante con las autoridades de los distintos niveles de gobierno; del propio modo, vincular las tareas que pueden ser productivas e indispensables con la finalidad de apoyar a la sociedad.
Quizá, lo más interesante y reflexivo, fue haber recordado— a esa generación bajo el referente histórico de José María Morelos y Pavón, pero de igual manera, la génesis del senador, está situada en esa zona que tiene una atadura especial porque de ahí devienen sus raíces genéticas de su padre; asimismo, su esposa María que siempre lo acompaña, es oriunda de esos caminos que están repletos de anécdotas.
Esas inolvidables experiencias, trastocaron abiertamente ese grado de sensibilidad del ser humano, puesto que en dichas acciones— se me erizó la piel— justo cuando el elemento y la pulsación, invadió en absoluto esa energía— en el momento preciso que se acercan a una de las figuras más emblemáticas de nuestro territorio Estatal, el propio Senador Cristóbal Arias Solís. Ese clima fue crucial— porque palpita una expresión de confianza que puede ser alimentada en la opción que se ha venido consolidando hoy en día en la fuerza que ejerce el legislador.
Esa atención que se ha estado sujetando de la imagen de Cristóbal, redobla esa tendencia que esta consolidada desde hace más de 30 años; aunque este ratificada la inclinación altísima del Senador, la competencia por la candidatura traerá una dura guerra propagandística orquestada por aquellos detractores que son prácticamente inexistentes en el ánimo de los michoacanos. Sin embargo, el legislador cuanta con el apoyo reiterado de una base social que da su aprobación en todos los ejercicios de evaluación en las encuestas. A pesar de esos intereses mezquinos, la sociedad ya comienza a optar por ese poder de convocatoria que rebasa todo posibilidad de superación; hasta ahora, —solo la posee el Senador Cristóbal Arias Solís. Por ese motivo, arremeten y lo difaman quienes se sienten superados con fundamentos, por esa escalada ola de aceptación que sujeta el oriundo de Churumucho, Michoacán. Aun cuando eso pase, paradójicamente viviremos una recapitulación similar a la de AMLO: entre más atacan al senador, lo fortalecen porque el colectivo está en la cima del hartazgo que produce la pugna sucia e irracional. Eso pasó en 2018, y la vitoria de Andrés Manuel fue arrolladora.
Arias Solís se ha convertido en el favorito rumbo a las elecciones intermedias del 2021. Esa tendencia se ha mantenido, y parece inalcanzable a pesar de que algunas comentocracia tenga un sesgo claro y definido por favorecer abiertamente a figuras que relativamente no han proyectado esos desafíos que son necesarios para optimizar a nuestro Estado; en cambio, Cristóbal toma ventaja en esa carrera porque ha despertado con contundencia— esa energía palpitante de 1992. Por ello, fue interesante incursionar en el transitar de la región de la tierra caliente michoacana; de ahí deviene la génesis de senador, y ha venido creciendo paulatinamente a ir confirmando los niveles altísimos de aprobación—que el legislador se ha ganado a través de la tenacidad irrestricta.
Notas finales: sin chispar he recibido el menosprecio de varios personajes que nunca han logrado mostrar una lógica— puesto que a veces el servilismo es un modo de supervivencia. En mi caso no, —he manifestado una congruencia sin cinismos, ni lambisconerías; en cambio, la ilustración del trabajo, pero de igual forma de una identidad ideológica— me ha empujado a oxigenar estrictamente una decisión de acompañar al Senador Cristóbal Arias Solís: ahí simpatizo, porque mi dedicatoria desde los tiempos de preparatoria, cursan esa empatía por la izquierda, en referentes del propio Andrés Manuel López Obrador. Tratándose de la mejoría de mi Estado, el Senador representa hacia un servidor, una alternativa que transita a través de la esperanza de recuperar esa intransigencia de algunos gobiernos Estatales que han sido indiferentes; asimismo, en términos reales, he podido tener una identificación por medio del raciocinio de algunas personas que en lo particular admiro mucho. Algo similar al 2018 comienza a escribirse—en que la intentona por tercera ocasión, anuncia un escenario promisorio, palpable, real, nítido, pero sobre todo triunfante. Aclaro, que esta es una interpretación subjetiva, sincera y habitual en mi pensamiento intrínseco que realizo— como siempre en mi único epicentro: mi hogar. No me considero un periodista, ya que para ello— se necesitan años de profesionalismo, ética, dedicación; mis columnas nacen de una lectura propia, pero también apasionante de lo que constituye en mi persona la política. Estoy con Cristóbal porque admiro su tenacidad, empuje, fuerza, su trayectoria, y su estricta ideología progresista; lo digo abiertamente a aquellos que ha pretendido atacarme: ¡aquí estoy!, soy congruente y no me inmuto ya que nunca he sido un sujeto espurio.