Por Christián Gutiérrez.
Morelia Michoacán a 14 de diciembre de 2020.-El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, estiró de más la liga y la rompió. Su frase lapidaria, “la oposición está moralmente derrotada”, encierra parte de verdad, pero esta idea la forzó y se le reviró.
Bastaba con no decirlo demasiado, pero el Presidente fue más allá, y al enviar a los partidos PAN, PRI y PRD a los extremos, terminó haciendo lo que seguramente no esperaba: unirlos.
¿Qué sigue para estos tres partidos políticos?
Veamos un pequeño bosquejo de lo que hay y podría venir:
La Gran Alianza está aterrizando en prácticamente todo el país para competirle al MORENA, y eso terminará creando (en un par de meses) un marco psicológico a favor de la Gran Alianza. Entre más tiempo se comunique este marco, la gente lo verá como algo familiar y lo asimilará. En neuromarketing político y neurocomunicación, diríamos que se estará generando para este marco psicológico una “ilusión de familiaridad”, lo que hará más fácil que el cerebro de los ciudadanos lo haga suyo, pero no necesariamente terminará aceptándolo.
Ahora bien, el reto de esta alianza es investigar y comunicar el PAIN de los votantes mexicanos. ¿Cuáles son las dolencias de los votantes? Si estos tres partidos trabajan su comunicación de manera tradicional, no lo descubrirán y desde luego no darán en el centro.
Una vez que conozcan el PAIN o los Pains, deberán diseñar esos CLAIM que integren las soluciones diferenciadoras. Si salen a ofrecer en su comunicación lo mismo de siempre, es decir, aquello que desde ahora ya sabemos que estará en las encuestas en el indicador de “necesidades” de los mexicanos, tampoco darán en el blanco.
Deberán comunicar de manera innovadora aquellos GAIN que hagan conectar al cerebro reptil de los votantes mexicanos. El PAN, el PRI y el PRD tienen resultados que podrían comunicar con claridad y precisión, pero si salen como lo hace con frecuencia el PRI (a decir que son los “padres” de la instituciones modernas), con seguridad no conectarán con el cerebro decisor de los votantes.
Por su parte, los aspirantes del MORENA tienen un gran reto: dejar de lado al Presidente López Obrador y construir comunicación propia, en paralelo. No aprecio que los del MORENA comprendan cómo se desarrollan los procesos mentales. Hay muchos encuadres de López Obrador que existen ya en la mente de millones de mexicanos, pero hay un gran problema a pesar de esto: la personalidad del Presidente de México está tan presente, que los aspirantes del MORENA no están pensando en ideas propias. La mayoría de los que hoy son gobernantes por este Partido, ya reconocen que llegaron al poder por el efecto arrastre de López Obrador. Si no se quitan la presión para construir neurocomunicación y neuromarketing políticos a partir de sus propias realidades y estrategias, la mayoría de ellos no dará en el blanco.
Todos estos partidos y sus aspirantes al poder en 2021 tienen retos por delante para construir comunicación política estratégica, sin duda.
De un lado y de otro hay bastante experiencia, pero esa también lastra cuando provoca pensamiento lineal y rígido.
El entorno ya cambió, inclusive aquellos encuadres del año 2018 son diferentes.
López Obrador ha construido marcos conceptuales y psicológicos que son muy evidentes y fácilmente contrastables. Pero la oposición no los ha sabido descifrar o quizá están esperando el momento adecuado para salir con marcos conceptuales de comunicación propios e innovadores.
En mi opinión, ninguno de los dos bandos tiene las cosas ganadas. Deben trabajar bastante, porque ahorita solo caminan en neutral, con el empuje que generan los errores del oponente. Los de la Gran Alianza, “avanzan” por los errores de López Obrador, y algunos morenistas y el MORENA, “avanzan” por lo que no hacen y no provocan los partidos de la Gran Alianza.
En comunicación política, se sabe que el terreno a conquistar es la mente de los votantes. Quien persuada con su comunicación ganará la contienda de aire. Quien comunique marcos conceptuales más allá de códigos culturales ya conocidos, irá un paso adelante.
¿La Gran Alianza o el MORENA? ¡Tome su lugar y haga sus apuestas!
Por cierto, le sugiero incluir a los independientes, que aún generan muy buena percepción en la mente de los votantes.
* El autor es consultor, estudia la maestría en Comunicación, tiene estudios de doctorado en Política, de maestría en Neuromarketing, de maestría en Ciencia Política y de licenciatura en Derecho.
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