Morelia, Michoacán, a 18 de septiembre de 2019.- Por su valor en la conservación de los ecosistemas costeros y el peligro que corren, el Gobierno del Estado, a través de la Secretaría de Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Territorial (Semaccdet), hizo un llamado a erradicar la depredación de las tortugas marinas.

De las siete especies caracterizadas en el mundo de estos quelónidos, cuatro buscan refugio en tierras michoacanas, por lo que es necesario brindarles mayor cuidado.

Las tortugas marinas, reptiles que han habitado la Tierra los últimos 100 millones de años, son fundamentales para mantener el equilibrio ecológico, ya que incentivan la conservación de los pastos marinos, los arrecifes de coral y las poblaciones de especies con valor comercial y alimentario, como el camarón, la langosta y el atún.

Pese a su gran valor natural, cultural y turístico, se encuentran actualmente amenazadas, sobre todo por la depredación de ejemplares adultos y huevos, a los que se atribuyen supuestas propiedades afrodisíacas y revitalizantes, creencias erróneas y mitos que aún persisten.

En Michoacán las playas de Colola, Maruata, Mexiquillo y Caleta de Campos reciben cada año a cuatro de las seis especies de tortugas marinas que arriban a México, carey, laúd, golfina y negra, que sólo se ubica en la entidad, un proceso que atrae el turismo y posibilita la continuidad de sus poblaciones, pero también conlleva la llegada de saqueadores que extraen los huevos depositados en las arenas y matan a los adultos que han acudido a desovar.

Es por ello que el Gobierno de Michoacán, a través de la Semaccdet, llamó a la sociedad a no consumir o adquirir huevos o carne de tortuga marina, así como a evitar la depredación de nidos y ejemplares adultos y denunciar los daños infligidos a estos animales.

Ricardo Luna García, titular de la instancia, recordó que el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), ha detectado que factores como la caza furtiva, el consumo directo, la pesca ilegal, el comercio ilícito, el cambio climático, la contaminación de los mares, la urbanización de las zonas costeras y la pérdida de espacios de anidación y alimentación, han incidido en la reducción de las tortugas marinas y les ha puesto en riesgo de desaparecer.

No obstante, son la caza furtiva y el consumo directo las causas principales de la amenaza de extinción que pesa sobre estos estos quelónidos, ya que, a pesar de los esfuerzos de autoridades y civiles, a través de iniciativas como la creación de campamentos tortugueros, algunos aún demandan los productos de la tortuga marina por sus presuntas propiedades afrodisíacas y revitalizantes.

“Los huevos y la carne de tortuga marina no sólo no ayudan a resolver problemas como la disfunción eréctil, sino que pueden agravarlos, ya que contienen altos niveles de colesterol, que pueden afectar la función cardíaca y elevar la posibilidad de infartos y accidentes cerebrovasculares”, señaló Luna García.

Afirmó que, en coordinación estrecha con los campamentos tortugueros que operan en la entidad, la Administración Estatal impulsará la supervivencia de la tortuga marina; sin embargo, alcanzar esta meta es un trabajo que debe efectuarse desde distintos ámbitos, especialmente, desde los ciudadanos, mediante su sensibilización y el rechazo a la ingesta de productos de estos ejemplares.