La sangre sirve solo para lavar

las manos de la ambición.

George Gordon Byron

Arturo Suárez Ramírez / @arturosuarez

Estimado lector, gracias. Ayer le daba cuenta de que la alianza entre el PRI, PAN y PRD está en la cuerda floja y todo porque cuentan que Alejandro Moreno ya tiene pacto con el presidente López Obrador, con ello obtendrían los 56 votos que les faltan para aprobar la reforma eléctrica que está causando controversia en todo el país y en las guerras intestinas del mismo tricolor, claro eso es material para los detractores de “Alito” que lo quieren fuera del partido.

Con un solo tiro, el tabasqueño quiere pegarles a las tres bandas. Primero, su reforma eléctrica que le metió en la cabeza Manuel Bartlett y que para estas alturas de su sexenio ya estaría aprobada y funcionando. Segundo, tambalear la alianza partidista que les ganó nueve alcaldías en la Ciudad de México. Tercero, conservar la mayoría en el Congreso, aunque de manera artificial con sus aliados y sometidos como el PRI.

Si algo tiene el Pejelagarto es que sabe ser perverso, manipular, tirarse al piso y luego hacerse la victima para después darles la mano como si nada hubiera pasado, ahí está el caso de su negativa para acudir al Senado de la República en la entrega de la medalla Belisario Domínguez y no enfrentar a legisladoras como Lilly Téllez, Kenia López Rabadán o Xóchitl Gálvez, nada que en el pasado no hubiera hecho Fernández Noroña o Layda Sansores, pero el asunto es que López es un amo de las marrullerías y “Alito” o “Amlito” como se le conoce es maleable desde Palacio Nacional.

Ya hay voces que lo critican, aunque sabemos que los priistas tienen una larga historia en eso de las traiciones y también son muy buenos para mentir. Pero en esta ocasión se están jugando mucho, tanto que hasta puede ser su permanencia como partido político, aunque entre los pagos por ir con el presidente en la reforma eléctrica podría ser que, a pesar de todo y reducidos a su mínima expresión continúen hasta que dejen de ser útiles al presidente que no a la ciudadanía.

Parece que la dirigencia del PRI solo ve por sus intereses, se les olvida que ya no son el partido fuerte que hacia su voluntad en el país y que estuvo en el poder 80 años, lo que queda de eso son las ruinas de nuevo partido que pregonaba Peña Nieto y resultaron más corruptos que los anteriores, por eso hicieron el ridículo ante López Obrador en el 2018 con su candidato José Antonio Meade y sus 9 millones 289 mil 853 votos, eso los convirtió en la tercera fuerza.

Pero como dice el presidente “fuera máscaras” y si aprueban la reforma eléctrica sin cambiarle una coma y con la simulación de foros, solamente será la ceremonia de confirmación de lo que ya sabíamos y el PRI sigue siendo el de siempre, ahora de rodillas ante el caudillo de Macuspana, por eso el tricolor es una marca caída y asociada con la corrupción. Parece que “Amlito” ya decidió… pero mejor ahí la dejamos.

Entre Palabras

Me cuentan que nadie quiere acercarse a Alejandro Gertz Manero quien se está convirtiendo en el fiscal incómodo, veremos hasta dónde aguanta López.

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Hasta la próxima.