La contemplación de la grandiosidad
de la naturaleza siempre confirió nobleza
a mis pensamientos, haciendo que
olvidara las preocupaciones cotidianas.
Mary Shelley (Frankenstein)
Por Arturo Suarez Ramírez / @arturosuarez
Aquí se lo he dicho, a estas alturas del sexenio López Obrador pensaba que tendría conquistada toda la población y que todos le estaríamos rindiendo pleitesía al mejor representante del Ejecutivo de México, pero simplemente no pudo convertirse en presidente, lo cambió todo por su ignorancia, su rabia, se jugó su capital político y hoy ha perdido gran parte de los 30 millones que lo llevaron al poder. A nivel mundial quería igualarse a Nelson Mandela, a Juan Pablo II, o Mahatma Gandhi, aunque realmente sus miras y corazón está puesta en personajes como Maduro, el Che Guevara, Fidel Castro, Hugo Chávez y otros que han sumido a sus pueblos en la miseria mientras estos se dan vida de reyezuelos.
El pejelagarto se desgañita una y otra vez en repetir que “la mejor política exterior, es la interior” y por eso no ha realizado giras mundiales como sus antecesores, ese papel se lo ha dejado a su canciller Marcelo Ebrard, pero su torpeza y poco tacto diplomático ha rebasado en varias ocasiones la línea de la confrontación con países como Estados Unidos y España con quienes se tensaron las relaciones y hasta se pusieron en pausa, ese es López que es capaz de ir a Washington para hacer campaña a favor de Donald Trump y tardarse en reconocer el triunfo de Joe Biden, pero lo peor está por venir por aquello de las posibles sanciones por no cumplir a cabalidad con el T-MEC.
López y los suyos no esconden lo que son, son una secta de populistas que se han instaurado en el poder y usan la agenda del foro de Sao Paulo, no hay evidencias de que aplicando ese modelo los países salgan de la pobreza, por el contrario hay que mirar a Venezuela con 44.8% de su población en pobreza, Cuba 76.4%, Perú 41.5%, Bolivia 41.6%, Brasil 40.4%, Argentina 42.9%, Nicaragua 45.9% y ahora México en el que López Obrador y su 4T han generado por lo menos cuatro millones más de pobres y según las proyecciones para el 2024 pueden ser seis millones, una cifra muy grande para el que juró protegerlos y que no está lejos de los países mencionados.
Y no, López no aplica la máxima juarista de “Entre los pueblos como entre las naciones el respeto al derecho ajeno es la paz”, desde aquí se montó un operativo para ir por el ex presidente de Bolivia Evo Morales, se cabildeo para usar el espacio aéreo de los países sudamericanos, el avión y su tripulación se la jugó infringiendo tratados internacionales, pero Marcelo Ebrard le cumplió a López y ahora esa acción la cuenta una de sus máximas hazañas que quisieron repetir para sacar de Perú a Pedro Castillo, no les funcionó porque muchos peruanos se apostaron a las afueras de la embajada de México para impedir que Castillo llegara.
Para López Obrador y sus secuaces vieron una nueva posibilidad de desviar la atención de los severos problemas que consumen al país y claro que ofrecieron asilo político al ex mandatario, pero como suele pasar ya le pidieron al Pejelagarto que se abstenga de intervenir en la política de aquel país, claro que vendrán las respuestas desde la “mañanera” y si a López se le ofrece seguirá el escándalo mediático.
El pasado miércoles, mientras ocurrían los hechos en Perú, hablé con una buena amiga periodista en Lima, me dio el reporte, pero en la charla me hacía ver las grandes similitudes que Pedro Castillo tiene con López Obrador y que se extrapolan a otros mandatarios populistas de la región, advertía de lo que nos puede suceder porque no suelen cumplir sus compromisos de campaña y que a López lo miran como un alentador, provocador y protector de esos regímenes de miedo.
Claro que los enajenados que acompañan al presidente y sus huestes repiten como mantra que es el mejor que ha tenido el país y destacan una encuesta donde lo ponen en segundo lugar a nivel mundial solo debajo de Draupadi Murmu de la India, pero en los hechos el populista de Palacio Nacional no tiene buenas cuentas que entregar y el ganso debería poner sus plumas a remojar… pero mejor ahí la dejamos.
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Hasta la próxima.
