Arturo Suárez Ramírez / @arturosuarez 

Si algo demostró Donald Trump durante su mandato como presidente de EU es que es un cretino, se peleó con todos y eso fue decantando para que el electorado tomara la determinación de no renovar la confianza para un segundo periodo, eso fue celebrado por las mayorías, pero Trump utilizó al presidente López Obrador que el 8 de julio del 2020 se apersonó en la Casa Blanca para tenderse a los pies del republicano, luego el mandatario mexicano apareció en un video promocional para los latinos.

Aquí se lo he dicho, López Obrador se dobló ante Trump porque estaba en pleno la negociación del T-MEC y el tabasqueño no podía perder esa oportunidad, porque aunque se diga muy liberal y contra el neoliberalismo, una cosa es el discurso envalentonado dentro del país y otra muy diferente ir contra el modelo económico preponderante en el mundo, por eso recién creada la Guardia Nacional se transformó en una extensión de la migra, México de facto se convirtió en Tercer país seguro, conteniendo el tráfico de migrantes con 21 mil elementos de la GN en la frontera del Suchiate y no en el río Bravo.

Peña Nieto se equivocó de la misma forma, también le torcieron el brazo y lo recibió en agosto del 2016, como si ya fuera mandatario, el organizador fue Luis Videgaray, aquella visita fue severamente criticada por parte de los que hoy gobiernan en la 4T, el entonces candidato republicano se refirió a los mexicanos como problemáticos, traficantes, delincuentes e incluso “violadores”.

Cuando se dieron esas declaraciones todos los actores políticos cerraron filas en torno al presidente Peña y los millones de connacionales que viven en EU, pero la torpeza de los priistas echó abajo la cohesión que se había logrado cuando la gran corrupción era el tema de todos los días. En 2017 luego de una llamada telefónica entre Trump y Peña, López Obrador dijo que Trump ninguneó a Peña Nieto y habría que aclararlo de inmediato, exigió que se diera a conocer la entrevista y que se difundiera, de humillante no bajaba la actitud que había asumido Enrique Peña Nieto que representaba al pueblo de México, remató el Pejelagarto.

Cuatro años han pasado desde aquellos acontecimientos, hoy López Obrador tiene razón, ¿Cómo es posible que se trate así a un presidente mexicano? Es humillante el trato que Donald Trump le dio al tabasqueño en lo que fue una instrucción más que una negociación para militarizar la frontera e imponer sus condiciones, el magnate norteamericano le dijo que “nunca vio doblarse a alguien así”. Debe ser muy duro tener que tragarse el coraje y hacer mutis al que juraba que pondría en su lugar lo cual quedó registrado en su libro “Oye Trump” y consideraba su amigo, un error garrafal de un político “profesional” como López Obrador de no anticipar la traición.

Se nubla el panorama con EU no solo por las declaraciones de Trump sino porque López no es santo de la devoción de Biden, desde el momento en que AMLO tardó en reconocerlo como presidente de Estados Unidos, incluso hay un mensaje velado al que hay que prestar atención por parte de la administradora de la DEA Anne Milgram, quien afirmó que el caso de Juan Orlando Hernández ex presidente de Honduras debe enviar un mensaje claro a cualquier líder que abusa de su poder para apoyar a los cárteles, que bien se podría aplicar aquí.

Hoy el tiempo, la soberbia y el sembrar encono desde Palacio Nacional le pasa la factura a López Obrador, ahora es cuando debería salir a pedir unión entre los mexicanos, la vida le da otra oportunidad para utilizar las declaraciones del brabucón Trump como trampolín, ya perdió casi cuatro años, puede recuperar un poco de lo dilapidado, pero ya se puede anticipar la respuesta y de la oposición. Pudo ser el mejor presidente de la historia de este siglo, aunque lamentablemente no le va a alcanzar… pero mejor ahí la dejamos.

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Hasta la próxima.