Me preguntan ¿No crees en los platillos voladores?  

¿No crees en la telepatía?… En la vida después de la muerte.  

No, yo respondo. No, no, no, no, y nuevamente no. 

Isaac Asimov 

Arturo Suárez Ramírez / @arturosuarez  

El presidente López Obrador abrió la posibilidad de un gobierno verdaderamente transparente luego del vil atraco del nuevo PRI en el sexenio de Enrique Peña Nieto, bueno los casos de corrupción están ampliamente documentados en tiempo y forma, aunque quisieran que fuera diferente, pero eso de la transparencia fue solo un mero espejismo que se diluyó con el tiempo, eso de que “la vida pública debe ser cada vez más pública” solo existe en la narrativa oficial, la 4T no son trasparentes y usan las mismas mañas de los gobiernos anteriores de reservar información por seguridad nacional.  

Como en esa película de Luis Estrada “La Ley de Herodes”, llegan nuevos funcionarios a un pueblo, pero la avaricia y las ansias de poder los van consumiendo en lo que verdaderamente son. Así a la llegada de la 4T en el 2018 terminaron con las licitaciones que, si bien se amañaban, se trataba de perfeccionar para que hubiera mejores compras y más transparentes, pero lo borraron de tajo y le entraron a las adjudicaciones directas, simplemente porque el presidente dice que son honrados, así sin ningún rigor o sus pecados les son perdonados. Como dice López que es el sexenio de los ejemplos, pues los gobernadores y presidentes municipales lo han seguido al pie de la letra.  

Como dicen los viejos reporteros, si quieres una buena nota basta ir a buscar en los municipios o en los gobiernos estatales en el área de compras, seguir los hilos de a quién se le compra, cómo se le asigna, qué relación hay entre los dueños de las empresas y funcionarios, por años han buscado ocultar información, a todos los niveles y de todos los colores, pero como dicen desde Palacio Nacional, “no me vengan con el cuento de que la Ley es la Ley”.  

Aunque este gobierno, al igual que el de los panistas y priistas, tiene sus escándalos como “la casa gris”, los hermanos incómodos recibiendo fajos de billetes que se justificaron como aportaciones para el movimiento y  conformación de Morena, Eva Cadena la recaudadora veracruzana, la prima Felipa y sus contratos, los respiradores que el hijo de Bartlett le vendió al IMSS, las múltiples propiedades de Irma Eréndira Sandoval y su esposo John Akerman, los diezmos de la titular de la SEP Delfina Gómez, de cada uno de estos temas se podrían escribir cuartillas y cuartillas, cabe recordar que ante el escándalo no han podido desmentir ni una línea de los trabajos periodísticos que los exhibieron.  

Ya lo intentó López Obrador con su decretazo del año pasado reservar información de sus obras como el AIFA, Dos Bocas, el Tren Maya, el Transístmico entre otras. Ahora el pleno de la SCJN, de la que su presidente Arturo Zaldívar cuenta con una cercanía con López Obrador, avaló la reserva por cinco años por razones de seguridad nacional de la información de los contratos de compra de las vacunas contra Covid-19 celebrados entre el gobierno de la 4T y los laboratorios Pfizer-BioNTech, AstraZeneca, CanSino y Sputnik.  

El presidente en una de sus mañaneras dijo que pese a la resolución de la SCJN revelará contratos de vacunas, pero decirlo y hacerlo son dos cosas distintas, la realidad es que no sabremos cuales fueron las condiciones en las que se realizó la negociación y que está plasmada en documentos hasta el 2026, así al viejo estilo del PRI, el presidente más humanista y transparente se protege él y a los suyos, aunque su palabra esta más que devaluada por empeñarla y no cumplir… Pero mejor ahí la dejamos.  

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Hasta la próxima.