Botella al mar, se ha dicho.
Pero con un mensaje equívoco,
que puede ser interpretado de tantas maneras
que difícilmente el náufrago sea localizado.
Ernesto Sábato
Arturo Suárez Ramírez / @arturosuarez
Estimado lector, gracias. La contienda electoral del año 2018, nos dejó al presidente más votado de la historia, al que llegó con mayor legitimidad y sin ningún problema de impugnación, sus contrincantes le levantaron la mano, lo mismo que mandatarios de todo el mundo. Se creó en la ciudadanía más esperanza que en el año 2000 con el gobierno del cambio que encabezó Vicente Fox Quesada y que sacó al PRI de Los Pinos. A 7 días de cumplir 2 años en el poder, López Obrador mantiene la controversia en su mandato.
Queda muy claro que la aceptación popular no significa, necesariamente, que las cosas marchen con un rumbo definido, ese es uno de los puntos torales de crítica a López. Ahí están las evidencias en los indicadores como crecimiento económico, la falta de empleo, la corrupción que no termina y envuelve a los cercanos del mandatario, la guerra contra el narco que no ha terminado, la crisis económica y la sanitaria que se agudiza ante la pasividad y malas decisiones de la 4T.
El exitoso discurso pregonado por el tabasqueño de “primero los pobres”, no tiene desperdicio, sobre todo en este país con tanta desigualdad social y gobiernos corruptos que usaban a los más vulnerables como bandera, nadie podría oponerse al rescate de los pobres. Pero no es lo mismo hacerlo desde la soltura de la plaza pública a realizarlo desde el gobierno con una enorme lista de compromisos y pendientes generacionales.
Si a ello le sumamos la nublada visión de un gabinete que no tiene la fuerza de atravesarse en el camino del inquilino de Palacio Nacional, para decirle que las cosas no marchan bien y solo se limitan a darle la razón, aunque no la tenga, se entiende el desastre en rubros tan importantes como la salud. Pero también la combinación con el pensamiento siniestro de destruir todo lo que huela al pasado, ese que odian varios de los de la 4T y que al mismo tiempo son su origen, pues representan lo más añejo del PRI de Luis Echeverria.
El presidente Andrés Manuel López Obrador se la ha pasado peleando con sombras, con fantasmas, como no hay oposición se ha tenido que crear sus adversarios para justificarse, pero no tiene para donde hacerse para ofrecer resultados, es el presidente con más poder, con mayoría en el Congreso de la Unión que le han pasado todo lo que ha pedido y con partidos dóciles que tienen mucha cola que pisarles.
López dijo que en dos años se verían los resultados de su gobierno, el tiempo se terminó y en seguridad que es uno de los rubros en que se impuso plazo, no hay buenos resultados más 63 mil muertos, la pandemia más de 100 mil y contando, pero según él ya están puestas las bases para la transformación del país.
¿Usted le cree que terminó lo neoliberal?
Entre Palabras
¿Qué no fueron rebasados por la pandemia presidente? ¿Y los muertos?
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Hasta la próxima.