Quizá no estaba seguro de lo que me interesaba realmente,
pero en todo caso, estaba completamente
seguro de lo que no me interesaba.
Y, justamente, lo que él me decía no me interesaba.
Albert Camus
Arturo Suárez Ramírez / @arturosuarez
Estimado lector, gracias. Se están cumpliendo dos años desde que en Wuhan, China, se descubriera el brote del SARS-CoV-2 que puso en jaque a la humanidad, se paralizaron las economías, se perdieron empleos, los contagios se contaron por millones y los muertos por miles, el virus recorrió los cinco continentes y desnudó las carencias de todos los gobiernos, nunca se puede estar preparado para una situación así, pero es en esos momentos de crisis cuando los líderes se muestran y demuestran, se ejercen los cargos y el poder para amortizar un tremendo golpe, tener las menores bajas, rescatar lo más que se pueda.
Pero en México la pandemia nos agarró en el peor momento porque se vivía la embriaguez y arrogancia de haber ganado la presidencia de manera aplastante por parte de López Obrador que siempre se mostró como caudillo, estábamos entrampados en una desordenada transición del sector salud de un Seguro Popular al Instituto de Salud para el Bienestar. Se cortó de tajo la compra de medicamentos amparados en la corrupción en el proceso de licitaciones, que claro que existía, pero se dejó de comprar y dos años después el desabasto persiste, se dejó a los enfermos a su suerte.
El nombramiento de Jorge Alcocer fue aplaudido por todos, no se puede negar que cuando López lo designó tenía las credenciales para hacer un buen papel, pero muy pronto mostró su verdadero rostro, su ausencia del cargo y de la responsabilidad aunque esté presente en las mañaneras, no fue capaz de recibir a los padres de niños con cáncer que se manifestaban y le mandó la pelota al subsecretario Hugo López-Gatell, quien afirma y así lo cree que es un complot casi golpista, así lo vomitó en un programa de moneros, que por cierto, esos que fueron muy críticos con Calderón y Peña no critican ni con un trazo a sus cuates de la 4T.
Cuando López Obrador dijo que la pandemia “nos cayó como anillo al dedo” al que mejor le quedó fue a López-Gatell, el científico le solapó que se usaran detentes, que se invitara a abrazarse y salir a las fondas y restaurantes, luego se aventó la puntada de que “la fuerza del presidente no era de contagio, sino moral”, colgó la bata y se dedicó al burdo juego de la zalamería mientras los contagios crecían, los muertos se acumulaban y no había lugar en los hospitales, escenas dantescas por todos lados, pero fieles a las características de este régimen, se la pasaron negando, decían que 60 mil muertos sería una gran tragedia, hoy vamos por 296 mil 721 y sumando, porque aunque se vacune a la gente esto no se ha terminado. Insisto no hemos tenido un día sin contagios y sin muertos por el Covid-19.
Es probable que Gatell sea el personaje más protegido por parte del presidente, un mequetrefe que no esconde su servilismo ante el Pejelagarto, no le importa que con eso sea cómplice de un régimen al que no le gusta el conocimiento, que detestan a la ciencia, prefieren la superchería y dejarlo a la suerte con tal de ahorrar millones para programas sociales. Pero incluso si se tratara de hacer una campaña anticipada ¿Qué mejor bandera que la salud de los mexicanos?
Pues López-Gatell ya no logró llegar a la OMS, a ese lugar donde según lo iban a llamar porque éramos ejemplo mundial, hoy seguimos siendo el cuarto lugar en muertos. Ya lo zarandeó la senadora Lilly Téllez, ya le tocó a Jorge Alcocer en Cámara de Diputados. Incluso conozco tres diputados de Morena que me han comentado que se actuó de la peor manera durante la pandemia, pero la instrucción es protegerlo.
López-Gatell el cobarde subsecretario de Salud, el zar anti Covid-19, salió por piernas de la reunión que estaba programada en San Lázaro y acusó a la vicecoordinadora del PRD, Elizabeth Pérez, de grabar la sesión, la cual se había establecido como privada. También se señaló al líder de Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Máynez, de difundir la información en redes sociales.
¿Qué tiene que esconder? Como dice su patrón, que por cierto es el presidente de la República, “que la vida pública sea cada vez más pública”, ¡Claro!, hasta que se tiene una inmensa pila de muertos por la que deberán responder… Mejor ahí la dejamos.
Entre Palabras
¿PAN y 4T estrechan lazos para ir por reforma eléctrica?
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Hasta la próxima.