La Comisión Estatal de los Derechos Humanos en Michoacán, creó el personaje La Heroína Kuari, que estará enfocado a las actividades de defensa y protección de los derechos de las niñas, niños y adolescentes, mediante acciones de difusión y divulgación; a través de la producción y edición de cápsulas inclusivas y accesibles en lengua de señas mexicana y purépecha.
Esta Comisión dentro de sus agendas de derechos humanos, tiene la referente las infancias y adolescencias, para promover procesos de enseñanza de los derechos fundamentales en este grupo de la población; y, construir acciones tendientes a atender fenómenos que vulneran sus derechos humanos.
Dentro de estos procesos se creó y diseñó a Kuari, un personaje que le permite a la institución establecer mecanismos de interacción con las niñas, niños y adolescentes; como una estrategia, desde la cual, se identifiquen, atiendan y erradiquen conductas violatorias que atentan contra su desarrollo integral, generando una sinergia desde la óptica educacional y de la enseñanza de los derechos humanos en este sector de la población.
El nombre de Kuari, significa en purépecha, “la protectora” y responde a dos objetivos:
1. Contribuir a la visibilización de la niñez y adolescencia de los pueblos y comunidades indígenas y que estos, se asuman como sujetos de derechos, como personas capaces de coadyuvar en los procesos de enseñanza de los derechos y libertades de este sector de la población; y,
2. Coadyuvar como organismo a preservar la cultura y tradiciones de los pueblos originarios.
A través de este personaje, se busca romper los estereotipos de género y construir una protagonista fuerte: niña, mujer e indígena, que lucha por la igualdad de oportunidades, dejando atrás conductas de exclusión y discriminación, en favor de la protección de la infancia y la adolescencia en Michoacán. De ahí que utilice un antifaz para asumir ese papel de niña heroína, pero conservando la vestimenta propia de los pueblos y comunidades indígenas.
En las instalaciones del organismo, se realizó un ritual, acorde a la cosmovisión purépecha, para solicitar el permiso a los cuatro ejes de la tierra, como reconocimiento para que todas las acciones y/o actividades que se emprendan se realicen de una manera armoniosa y positiva; y, se generen los mejores resultados, alcanzando los objetivos previstos.
Dentro de esta ceremonia se otorgó un bastón, de manera simbólica al personaje, como sostenimiento energético a su significado y simbolismo; que será su apoyo en su labor de defensa, difusión y divulgación de los derechos de las niñas, niños y adolescentes.
Esta CEDH reconoce la necesidad de ejecutar acciones tendientes, no solo al reconocimiento de los derechos humanos, sino que coadyuven a eliminar conductas de exclusión y discriminación en detrimento de la dignidad de las personas; desde el conocimiento y reconocimiento de los mismos a partir de la enseñanza y aprendizaje desde las infancias y adolescencias.